“Consideramos que la causa de usurpación es un mamarracho que no admite el menor análisis jurídico serio, por eso se abstuvo”, dijo a Télam uno de los abogados de Dolores, Facundo Taboada, que también había sido citado.
Se trata de “una causa armada, como toda la historia que se armó alrededor”, aseguró, y comentó que el próximo lunes será citado a declarar, y también se abstendrá.
Para Dolores, el delito que le imputan “es un absurdo total”, sostuvo Taboada en diálogo con Télam, y agregó que de lo que se trata es de “una discusión familiar”.
“No hay usurpación ni desobediencia judicial, vamos a presentar papeles y otras cosas para demostrar eso”, completó.
En su imputación, el fiscal de La Paz, Oscar Sobko, sostuvo que Dolores, junto a otras 40 personas, ingresó a la estancia familiar y exigió la entrega de las llaves, a través de amenazas e intimidaciones a los trabajadores del lugar, usurpando las instalaciones y realizando trabajos en la tierra.
Según el fiscal, Dolores y quienes la acompañaban tenían “el conocimiento de carecer de derechos” sobre el establecimiento, donde “se ejercía la pacífica tenencia y explotación agrícola, tambera y ganadera”.
Además, Sobko solicitó registros a la Dirección de Inspección General de Personas Jurídicas provincial y a la Inspección General de Justicia de la Nación para determinar si existe y quiénes integran “Las Margaritas” Sociedad Anónima, propietaria de los terrenos.
Por el delito de usurpación, Dolores podría enfrentar una pena que va de seis meses a tres años de prisión; mientras que por desobediencia se estipula una de entre un mes y un año de prisión.
La jueza de Entre Ríos María Carolina Castagno había dispuesto para esta semana la declaración por videoconferencia, debido a la pandemia de coronavirus.
Luego de 14 días de conflicto, el pasado 29 de octubre la jueza dispuso el desalojo de la estancia, donde se encontraba Dolores Etchevehere junto a militantes del Proyecto Artigas, y ordenó el “reintegro en forma inmediata” del predio a los hermanos varones de la familia.
Tras el desalojo, Dolores Etchevehere fue escoltada por la policía hasta la salida del predio y trasladada a la Jefatura Departamental de Policía de La Paz, donde permaneció aprehendida hasta horas de la noche.