Magoya es una empresa nacional que brinda soluciones tecnológicas diseñadas especialmente para el agro. Se fundó a fines de 2017 y ahora hay 30 colaboradores distribuidos en Argentina, Brasil y Estados Unidos.
Los fundadores son Varina Baldi, CEO de Magoya, y Leonardo Dopacio, que se desempeña como CFO. También se sumó Mariano Magallón, que actualmente es CTO de la empresa enfocada en servicios para el agro. Varina trabajó en Monsanto (ahora Bayer), mientas que Leonardo y Mariano no venían del rubro agro, pero si con una gran experiencia en multinacionales. Con ella conversamos en Palabra de Campo y esta es la entrevista.
P: ¿Qué hace Magoya?
Nosotros principalmente hacemos productos de software para el agro, los hacemos para todo tipo de público en el sentido de que trabajamos con software y productos que son para los productores, para las fuerzas de ventas y para distribuidores. Entonces trabajamos con grandes empresas de insumos, trabajamos con los distribuidores directos, trabajamos con los grandes y pequeños productores desde Argentina para empresas de Argentina, Brasil y Estados Unidos.
P: Se habla mucho de la revolución digital, de la revolución de los datos, de la importancia de los datos. ¿Qué importancia tiene contar con información y a partir de esa información poder tomar decisiones?
Yo creo que es el próximo salto cuantitativo. La siembra directa hizo una gran diferencia y así se pueden nombrar un montón de tecnologías en el agro. Creo que es uno de los sectores que más rápido adopta tecnología cuando los beneficios se ven y son claros y palpables. Explotar los datos y toda la información que se genera de manera diferente, ya sea directo para generar eficiencias en el campo, como para generar información de trazabilidad y que eso llegue hasta el consumidor final, tirando la cadena a lo largo, llegando ya hacia el consumidor final.
Hoy es una gran presión de la sociedad -bienvenida sea – pero realmente creo que es esa la revolución que se está dando. A mí no me gusta hablar tanto de revolución, sino más bien de un proceso de cambio. Implica muchísimo trabajo de desarrollo de esas herramientas para que estén en un nivel de madurez para que puedan mostrar realmente todo ese cambio. Yo hablo más de un proceso y de una evolución que se está dando, más que revolución. Creo que eso nos genera una expectativa de que va a ser de más corto plazo y más impacto inmediato. Yo creo que es más un trabajo de mediano, largo plazo.
P: ¿Crees que es eso lo que necesita el agro?
Es una evolución natural, más allá de las necesidades. No sé si lo necesitan, dependiendo también la región. Hay regiones mucho más necesitadas que otras. Depende también desde qué actor lo mires. Si lo mirás desde el punto de vista del productor, el productor argentino tiene menos salvavidas, por llamarlo de algún modo, de lo que puede tener un productor en Estados Unidos. No se puede equivocar. No se puede equivocar el productor argentino, claro. No tiene muchos espacios para eso. En ese caso, por ejemplo, lo veo más como una necesidad más de corto plazo que la que puede tener un productor en Estados Unidos. Pero después, si nos vamos al tema de usar los datos para trazabilidad, para mejorar todo lo que tiene que ver con la sustentabilidad, con el manejo sustentable del suelo, con saber de dónde vienen los alimentos que estamos consumiendo y demás, creo que eso también tiene una presión más fuerte desde todo el mundo, de hacer las cosas mejor.
Creo que es algo que sí o sí va a pasar, porque es algo que te está pasando en otros ámbitos y nos pasa a todos. Más allá de estar vinculados con el agro, estás vinculado con un montón de tecnología alrededor en el mundo de las finanzas, en el mundo del banco, todo tu día a día cambia en ese sentido. Entonces creo que eso nos va empujando a todos a que el cambio se dé también. Es como que lo esperás.
P: Ustedes de alguna forma son parte de lo que se le llama Economía del Conocimiento. Son una empresa que a partir de ahí, de ese conocimiento, empieza a agregar valor y lo hace llegar al resto de las cadenas productivas, en este caso, por ejemplo, al sector agropecuario. Como sector y como empresa, ¿qué necesitan para seguir creciendo en la Argentina?
Talento, principalmente. Talento, educación, que sigan creciendo los jóvenes con oportunidades en ese sentido, cada vez más preparados. La economía del conocimiento implica poder pensar cada vez mejor, tener mejores estructuras educativas para eso, y formar profesionales para eso.
P: ¿Estamos yendo en ese camino o crees que no?
Es difícil generalizar en ese sentido. Yo creo que hay muchísimo talento en Argentina, muchísimo talento. Creo que hay una oportunidad gigantesca que no sé si la estamos aprovechando del todo. No sé si estamos poniendo todos los esfuerzos en explotar eso como país. Realmente creo que es una oportunidad que Argentina tiene, que es espectacular. Para que te des una idea, Argentina está en el mismo uso horario que Estados Unidos, que es un gran consumidor de este tipo de servicios, que mira hacia afuera siempre para buscar recursos de menor valor, o de menor costo, que el recurso interno de ellos. Y vos pensá que eso históricamente o hace muchos años se hacía muchísimo con lo que era India y todo ese sector. Después también Europa del Este se empezó a sumar a todo eso. Y por eso sirve mucho más Europa que lo que es América. Y Argentina está en una posición, y toda Latinoamérica está en una posición privilegiada para servir todo lo que es el gran mercado de Estados Unidos.
El nivel de educación que nosotros tenemos y la cantidad de gente dedicada a eso es buenísima. Entonces ya hoy estamos posicionados en un excelente lugar. Hay muchísimo más espacio para crecerlo. Estaría fantástico tener políticas dedicadas para eso, para que aún crezca mucho más, para preparar a la gente para que entre a este mercado y crezca muchísimo más aún.