En el marco de la inauguración de una nueva planta industrial de Biofilm en Lobos, Buenos Aires, el diputado nacional José Luis Espert envió un mensaje fuerte y directo al corazón del sector agropecuario. Rodeado de empresarios, funcionarios y productores, reivindicó al agro como motor indiscutible de la economía argentina y afirmó: “Desconocer al campo es como desconocer las habilidades futbolísticas de Messi”.
Espert celebró la apertura de una planta que apunta a la producción biotecnológica como símbolo del vínculo renovado entre el Estado y el agro. Frente a los micrófonos, definió al sector como un “amigo de la sociedad” y no como “el enemigo” que, según sus palabras, instaló el kirchnerismo durante años. “Argentina es campo, su gente es campo”, repitió, y recordó que el país tiene una de las mayores superficies cultivables del mundo.
Promesa oficial: el fin de las retenciones
Uno de los puntos más contundentes de su intervención tuvo que ver con el debate que, según él, marca una deuda histórica con el sector: las retenciones. “El campo arranca perdiendo el partido”, advirtió, haciendo referencia al impacto de los derechos de exportación en el precio bruto de productos como la soja, gravada al 33%. Espert sostuvo que eliminar las retenciones no es solo una promesa, sino un compromiso asumido por el gobierno de Javier Milei. “Van a desaparecer. No sé cuándo exactamente, pero va a ser mucho antes de lo que la gente espera”, aseguró.
La baja temporal de las retenciones, vigente hasta fines de junio, tuvo un efecto inmediato en la liquidación de divisas. Espert destacó que junio cerrará con un ingreso récord para el sector agroexportador, y señaló que esta medida fue una señal inequívoca de lo que vendrá: “Que nadie tenga dudas, las vamos a eliminar”.
Si bien admitió que el Congreso aún no tiene las mayorías necesarias para avanzar en una reforma impositiva integral, aseguró que después de las elecciones legislativas de 2025 se iniciará un proceso agresivo de reformas orientadas al mercado. En ese escenario, se incluiría un cronograma claro para la eliminación total de las retenciones.
Críticas a la fiscalidad bonaerense y reformas en camino
Además de referirse al plano nacional, Espert fue especialmente crítico con las políticas fiscales y de infraestructura de la provincia de Buenos Aires. Enumeró los problemas que enfrenta el productor bonaerense: caminos rurales destruidos, impuesto inmobiliario desproporcionado, ingresos brutos que encarecen cada eslabón de la producción, y una burocracia paralizante. “Todo eso lo vamos a terminar”, prometió.
El legislador defendió la eliminación del impuesto a los ingresos brutos, al que calificó de “impuesto en cascada que castiga cada etapa de la producción”. Propuso reemplazarlo por un impuesto único a la venta final. También se mostró decidido a suprimir mecanismos de percepción como el CIRCREB y otras retenciones fiscales que aplican las provincias sobre la actividad económica.
Espert afirmó que ya trabaja con los equipos técnicos del gobierno nacional en una “reforma espejo” para la provincia de Buenos Aires, que alcanzaría áreas clave como salud, educación, seguridad, justicia e impuestos. “Los bonaerenses con nosotros van a tener la provincia que se merecen”, remarcó, y reafirmó que es el candidato del Presidente Javier Milei para disputar la gobernación en 2025.
Un horizonte optimista para el agro
Consultado sobre qué le espera al campo si el oficialismo logra una buena elección en 2025, Espert no dudó: “Los mejores momentos de los últimos 30 años”. Con una mirada optimista, apostó a que el resultado electoral habilitará las reformas estructurales que la gestión de La Libertad Avanza no pudo implementar en su primer año de gobierno. Y en ese camino, aseguró que el campo será el protagonista central del modelo económico.
Durante su visita a Lobos, el diputado no solo respaldó con palabras a la industria agrobiotecnológica que se inaugura, sino que utilizó el acto para delinear el rumbo del nuevo vínculo entre la política y el campo. Si las urnas acompañan, prometió que no solo se terminarán las retenciones, sino también el “martirio impositivo” que impide al agro desplegar todo su potencial.