Brasil, el principal exportador mundial de carne de pollo, enfrenta un momento delicado en su sistema sanitario tras la aparición de nuevos casos sospechosos de gripe aviar en granjas comerciales. Las investigaciones se centran en establecimientos ubicados en Tocantins e Ipumirim, Santa Catarina, además de cuatro reportes en gallinas de subsistencia en distintos estados del país. Las autoridades del Ministerio de Agricultura han intensificado la vigilancia epidemiológica luego de confirmarse, la semana pasada, el primer brote de gripe aviar altamente patógena (IAAP) en una granja comercial brasileña, situada en Montenegro, Rio Grande do Sul.
El episodio provocó restricciones comerciales inmediatas por parte de varios compradores internacionales, incluida China, que reaccionaron conforme a los protocolos sanitarios que suelen activarse cuando los brotes afectan directamente a establecimientos productivos, y no solo a aves silvestres.
Sospechas en zonas clave para la producción avícola
Según el último informe del sistema oficial de monitoreo del Ministerio de Agricultura de Brasil, los dos focos en investigación corresponden a:
Aguiarnópolis, Tocantins: una granja comercial que reportó síntomas compatibles con la enfermedad.
- Advertisement -Ipumirim, Santa Catarina: otro establecimiento avícola bajo vigilancia intensiva.
En paralelo, se analizan cuatro focos en aves de subsistencia (también conocidas como de patio o de fondo de quintal), localizados en:
Triunfo (Rio Grande do Sul)
Nova Brasilândia (Mato Grosso)
Graccho Cardoso (Sergipe)
Salitre (Ceará)
Aunque estos casos no necesariamente implican riesgo de transmisión directa al sistema exportador, la detección temprana es clave para contener el virus, ya que muchas de estas aves no están bajo monitoreo veterinario continuo y pueden representar una puerta de entrada para la diseminación de la gripe aviar.
Declaraciones del ministro Carlos Fávaro
El ministro de Agricultura de Brasil, Carlos Fávaro, defendió la importancia del sistema de notificación temprana y aseguró que el país actúa con rapidez y transparencia ante cualquier sospecha. “Es fundamental que se produzcan estas notificaciones. Los productores, tanto de granjas comerciales como de traspatio, están más alertas y reportan de inmediato cuando detectan síntomas sospechosos. Eso nos permite actuar rápido”, señaló Fávaro durante una conferencia de prensa brindada este lunes.
El ministro también explicó que, de no registrarse nuevos casos en granjas comerciales durante los próximos 28 días, Brasil podrá comenzar el proceso de recuperación del estatus sanitario de libre de influenza aviar. Sin embargo, la reapertura de mercados dependerá de negociaciones bilaterales y de la confianza de los compradores.
“Pasado ese período sin nuevos brotes, aunque eso no significa una reanudación automática de las exportaciones, podremos entablar diálogos técnicos para la relajación de las restricciones”, agregó el funcionario.
Impacto comercial: preocupación por China y grandes importadores
El brote en Montenegro, confirmado hace una semana, ya había encendido las alarmas en el mercado internacional. Brasil representa más del 35% del comercio mundial de carne aviar, por lo que cualquier alteración en su flujo exportador impacta directamente en el abastecimiento global.
China, uno de los principales compradores del producto brasileño, suspendió parcialmente las importaciones desde las zonas afectadas, en línea con los protocolos establecidos. Lo mismo hicieron otros destinos que exigen garantías estrictas de libre enfermedad para mantener sus compras.
Según fuentes del sector, las empresas exportadoras esperan que, si no se confirman nuevos casos en establecimientos comerciales, las restricciones comiencen a flexibilizarse en las próximas semanas, sobre todo en mercados con fuerte dependencia del pollo brasileño.
Aves silvestres y vigilancia intensiva
Otro punto de preocupación es la presencia del virus en fauna silvestre, como ocurrió recientemente en un zoológico de Sapucaia do Sul, también en Rio Grande do Sul. Allí se confirmó gripe aviar en aves acuáticas, lo que refuerza la necesidad de una estrategia integral de control que incluya tanto aves domésticas como silvestres.
A diferencia de los focos en granjas comerciales, los casos en aves silvestres no suelen activar restricciones comerciales automáticas, pero sí obligan a aumentar las medidas de bioseguridad, tanto en explotaciones como en zonas rurales próximas a cuerpos de agua o refugios naturales.
Brasil refuerza su sistema de contención
El Ministerio de Agricultura cuenta con un protocolo sanitario nacional para la influenza aviar, con brigadas que actúan en todo el territorio. Cuando se detecta una sospecha, los técnicos se movilizan rápidamente para aislar el área, tomar muestras, analizar en laboratorios autorizados y aplicar eventuales medidas de despoblación si se confirma el virus.
“Si no hay correlación clínica ni hallazgos compatibles con la enfermedad, el caso se descarta de inmediato”, explicó Fávaro. Sin embargo, en los casos confirmados, se ejecutan acciones estrictas de contención, que incluyen la eliminación de las aves, la desinfección del área y la vigilancia intensiva de explotaciones en un radio determinado.
Una situación bajo monitoreo constante
A pesar del impacto inicial, Brasil cuenta con un sistema robusto de vigilancia sanitaria y una experiencia exportadora consolidada que le permite reaccionar ante este tipo de crisis. No obstante, el país deberá superar este nuevo desafío sin nuevos brotes si pretende recuperar rápidamente su posición de confianza en el mercado internacional.