La medida del gobierno de Javier Milei de reducir temporalmente los derechos de exportación (DEX) hasta el 30 de junio ha generado un impacto fiscal significativo. Según diversas estimaciones basadas en las declaraciones juradas de exportación (DJVE) y los precios medios de exportación, el costo fiscal en febrero osciló entre US$100 millones y US$125 millones.
Baja de retenciones: impacto en la recaudación y en los productores
El exsubsecretario de Agricultura, Javier Preciado Patiño, comparó la recaudación de los derechos de exportación entre enero y febrero: US$476 millones frente a US$376 millones, respectivamente. “¿La reducción de retenciones en el complejo sojero significó US$100 millones menos para el fisco o una transferencia a los productores vía mejor precio?”, cuestionó.
Un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) estimó un costo fiscal bruto de US$124,2 millones, sin incluir las importaciones temporarias de soja. De este total:
- US$100 millones correspondieron al complejo sojero.
- US$14,3 millones, al maíz.
- US$6,5 millones, al trigo.
- US$1,2 millones, al girasol.
- US$2 millones, a otros cereales.
Según el IERAL, la reducción de las retenciones pudo haber incentivado la comercialización primaria de granos, impulsando las ventas al exterior. Sin esta medida, muchos productores habrían retenido mayor volumen de grano en espera de mejores condiciones.
Proyecciones para los próximos meses
Para los meses venideros, el IERAL proyecta que el costo fiscal neto podría situarse entre US$100 y US$120 millones mensuales, dependiendo de la cosecha, la comercialización y la evolución de los precios internacionales.
El economista David Miazo, de la consultora DATAMiazo, detalló que en febrero la recaudación por retenciones alcanzó los US$511 millones, equivalente al 10,1% de la recaudación tributaria total. En comparación, en el mismo mes de 2024 fue de US$336 millones, representando el 9% de los ingresos tributarios.
Se negociaron 3,3 millones de toneladas de soja y 3,4 millones de toneladas de maíz, lo que equivale al 7% de la cosecha de cada grano. Según Miazo, las ventas de maíz estuvieron impulsadas por el precio local, mientras que en la soja influyó directamente la reducción de retenciones y la volatilidad en Chicago por la incertidumbre en la economía global.
Expectativas de comercialización
Miazo pronosticó que la comercialización de granos seguirá alta en marzo, ya que los productores intentarán vender su stock antes de la cosecha. “Si no venden ahora, tendrán que esperar hasta septiembre-diciembre, cuando los precios pueden ser menos favorables”, advirtió.