El verano 2024 se presenta desafiante para el agro argentino, que espera el impacto de La Niña. Tras lluvias récord en noviembre, que mejoraron los suelos en diversas regiones, las proyecciones para los próximos meses anticipan temperaturas elevadas y probabilidades significativas de La Niña. Este fenómeno climático influirá directamente en los cultivos y en las decisiones de los productores en todo el país.
Cómo afecta La Niña al agro argentino en 2024
Según Adela Veliz, docente de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA, las lluvias de noviembre contribuyeron a mejorar notablemente la humedad de los suelos en regiones clave como la Pampeana, el NOA y el NEA. Este aumento en la disponibilidad hídrica resulta fundamental para cultivos de verano como maíz y soja, particularmente en áreas de secano.
Sin embargo, La Niña podría traer desafíos. Los datos del Climate Prediction Center indican un 72% de probabilidad de que este fenómeno climático impacte durante diciembre, enero y febrero. Esto podría traducirse en patrones de lluvias irregulares, afectando tanto las siembras como el rendimiento de los cultivos.
Gastón Sosa, también docente de FAUBA, destaca la importancia de aprovechar las mejoras recientes en el perfil hídrico del suelo. En localidades como Tres Arroyos, la humedad es óptima para avanzar con las labores agrícolas, mientras que Rosario presenta condiciones menos favorables desde octubre.
Pronóstico: un verano caluroso con lluvias dispares
Leonardo Serio, experto en meteorología de la FAUBA, anticipa un verano especialmente cálido. Según los registros históricos, el 2024 podría ser el segundo año más caluroso desde 1961, con temperaturas promedio 0,6 °C por encima de lo normal.
En términos de precipitaciones, se esperan lluvias normales en la Región Pampeana y mayores en el NOA y Cuyo, mientras que la Patagonia experimentará una merma. Este panorama obliga a los productores a planificar cuidadosamente para minimizar riesgos y aprovechar oportunidades.
La situación ENOS (El Niño-Oscilación del Sur) también juega un papel crucial. María Elena Fernández Long explica que las temperaturas de los océanos están por encima del promedio en casi todas las regiones, excepto en el Pacífico ecuatorial, donde persisten anomalías negativas. Este indicador refuerza las probabilidades de La Niña, con efectos significativos en el clima global y local.
El pronóstico
Con un verano que promete ser caluroso y con La Niña en el horizonte, el agro argentino enfrenta un escenario complejo. Las lluvias recientes han dado un respiro a muchas regiones, pero la variabilidad climática exige estrategias adaptativas. Monitorear las condiciones del suelo, utilizar pronósticos actualizados y planificar a largo plazo serán clave para mitigar los impactos y garantizar el éxito de la campaña agrícola.