La facturación por la venta de maquinaria agropecuaria registró el año pasado un aumento del 84 % respecto a 2022 , en un contexto de severo golpe para el sector agrícola por la sequía que sufrió el país, informaron fuentes oficiales. Según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la facturación ascendió el año pasado a 517.295,8 millones de pesos (591 millones de dólares).
La facturación creció por debajo de la tasa de inflación del año pasado, que fue del 211,4 %, por lo que las ventas cayeron en términos reales. Medidas por facturación, las ventas de tractores aumentaron 125,7 %, las de cosechadoras, 65,8 %; las de implementos, 64 %, y las de sembradoras, 44,7 %. En volumen, el año pasado se registraron ventas en Argentina de 653 unidades de maquinaria agrícola, con un desplome del 37,2 % con respecto a 2022.
De acuerdo con otro reciente informe oficial, centrado en la producción industrial argentina, la fabricación de maquinaria agropecuaria acumuló el año pasado una caída del 8,4 %, por sobre el conjunto de la industria local, que en 2023 se contrajo el 1,8 %.
En diciembre pasado la producción argentina de maquinaria agrícola experimentó un derrumbe interanual del 50,7 %, «con una menor cantidad de unidades producidas y vendidas de tractores, cosechadoras, pulverizadoras autopropulsadas y de arrastre, sembradoras, y de ciertas líneas de implementos», señaló el Indec.
De acuerdo al informe oficial, «según referentes del sector, la menor actividad se debe a dificultades en el acceso a insumos importados por inconvenientes en el pago a los proveedores del exterior y a paradas de planta». «Asimismo, empresas consultadas informan que, en comparación con diciembre del año anterior, se reflejan menores pedidos por el impacto negativo de la sequía sobre la última campaña