La recuperación hídrica en la región pampeana marca un giro positivo para la campaña de siembra de soja 2024/25. Gracias a lluvias que han mejorado las reservas de agua en buena parte del centro y este del país, los productores ahora avanzan con más confianza en la implantación de la oleaginosa, proyectando niveles de superficie no vistos desde 2018. Según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la superficie destinada a soja se estima en 17,9 millones de hectáreas, lo cual marca un récord en los últimos seis años.
Crece el área de siembra de soja
Este crecimiento en el área sembrada se traduce en una proyección de producción nacional de entre 53 y 53,5 millones de toneladas, cifra que supera los 50 millones de toneladas del ciclo anterior. Las lluvias recientes fueron particularmente beneficiosas en las provincias del centro y este del país, permitiendo a los productores alcanzar 3,5 millones de hectáreas sembradas al cierre de la semana. Esta tendencia muestra un fuerte avance frente a campañas anteriores, en un contexto en el que se esperan condiciones de una “Niña leve” y mejores reservas hídricas para enfrentar el desarrollo del cultivo.
Este ciclo ha generado expectativas positivas, especialmente después de las dificultades que atravesaron los productores en la siembra de maíz temprano debido a la falta de agua. Las condiciones actuales representan una oportunidad para la recuperación de la producción sojera, que históricamente ocupa una posición clave en el sector agrícola argentino.
Trigo y maíz: impacto desigual del clima en los cultivos
Aunque la soja proyecta un panorama optimista, el trigo ha sufrido los efectos de una prolongada sequía durante etapas críticas de su desarrollo. Esto afectó los rendimientos en algunas regiones, y la Bolsa de Comercio de Rosario ajustó a la baja su estimación de producción, que ahora se sitúa en 18,8 millones de toneladas. Este recorte representa una caída de 700.000 toneladas respecto a la estimación del mes anterior.
En términos de rendimiento, algunas áreas han logrado recuperarse gracias a las lluvias recientes. Buenos Aires y el norte de La Pampa destacan por su recuperación, mientras que provincias como Córdoba, Chaco y Santiago del Esteroenfrentan caídas significativas debido a la falta de agua en momentos clave del ciclo de cultivo. Aunque las heladas tardías no afectaron severamente al trigo en Buenos Aires, la baja en superficie sembrada se ha registrado en unas 310.000 hectáreas, particularmente en el norte del país.
El maíz, otro cultivo fundamental, también ha visto afectado su desarrollo. A pesar de las lluvias recientes, que han permitido mejorar la situación en algunas zonas, gran parte de la siembra se realizó fuera del período ideal en regiones como Córdoba. Allí, los productores han retrasado la siembra para mitigar riesgos asociados con el mal de Río IV y la chicharrita del maíz, una plaga que afecta a las áreas más secas. Este contexto llevó a la BCR a reducir su proyección de superficie sembrada de maíz, bajándola de 10,34 millones de hectáreas en el ciclo anterior a 7,8 millones este año, lo que implica una caída del 24,6% en el área dedicada al cultivo.
Perspectivas para la campaña agrícola 2024/25: soja lidera, maíz y trigo enfrentan desafíos
A pesar de las dificultades que enfrentan los cultivos de trigo y maíz, el reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario destaca la soja como el principal motor de esta campaña agrícola, gracias a la mejora en las condiciones hídricas. La soja, con una superficie de siembra proyectada récord, se convierte en la esperanza de los productores para mantener una alta producción nacional, que podría alcanzar entre 53 y 53,5 millones de toneladas.
Para el maíz, la situación es mixta. Aunque la superficie sembrada ha disminuido considerablemente, la Bolsa de Comercio de Rosario estima que la producción podría oscilar entre los 50 y 51 millones de toneladas, dependiendo de los rendimientos promedio y la porción del cultivo que se destine al consumo animal. Este resultado se lograría gracias a los buenos rendimientos que se esperan en zonas donde las lluvias llegaron a tiempo para mejorar la condición del cultivo.
Por su parte, el trigo espera una producción ajustada pero aún dentro de los cuatro ciclos más productivos de los últimos quince años, según la Bolsa de Comercio de Rosario. Los rendimientos en algunas regiones de Buenos Aires compensarán en parte las pérdidas de superficie en el norte, brindando un cierre relativamente positivo a este cultivo afectado por la falta de lluvias en su etapa inicial.