Esta plaga puede afectar económicamente a la producción ovina de la provincia debido a que se alimenta de forrajes, vegetales y pasturas nativas que no alcanzan a ser aprovechadas para el desarrollo de la ganadería en la región.
Los programas de control de plagas fueron puestos en alerta ante el insecto que mide entre tres y cinco centímetros de longitud, no tiene alas y avanza desde el departamento de Cushamen de la provincia de Chubut, sobre el sur rionegrino.
El presidente del Ente, Guillermo Oliva Tagle, dijo que “los controles se están realizando con equipos fumigadores de 200 y 400 litros montados en tractores y camionetas”, y que el trabajo es realizado por los propios productores.
“Los químicos tóxicos que se están utilizando, no dañan más allá de controlar la reproducción de la tucura y no tienen efecto residual”, aclaró.
El funcionario dijo que “en la zona chubutense son mucho más los ganaderos afectados porque los campos son más chicos que en Río Negro, donde por ahora son 15 los afectados”.