Los productores de soja y maíz del norte argentino, principalmente de provincias como Tucumán, Salta y Santiago del Estero, están enfrentando un desafío crítico debido a los altos costos de fletes. Estos gastos logísticos, que representan hasta un 33% de los costos de producción, han llevado a los agricultores a solicitar un tratamiento preferencial, exigiendo ser considerados economías regionales y quedar exentos de las retenciones que actualmente afectan a sus productos.
Impacto de los costos de fletes en la rentabilidad de los productores
Los productores de soja y maíz del norte del país enfrentan una situación compleja: deben transportar sus productos desde el interior del país hasta los puertos del Gran Rosario, lo que implica recorrer distancias de hasta 1.400 kilómetros. Esta problemática logística incrementa significativamente los costos de producción, lo que afecta directamente la rentabilidad de los cultivos. De hecho, los gastos de transporte representan el 25% del valor de la soja y el 33% en el caso del maíz.
La distancia y las condiciones de infraestructura de las rutas hacia los puertos más importantes del país han sido factores clave en la solicitud de los productores. La Asociación de Productores del Norte Argentino (Apronor) ha solicitado al gobierno que los cultivos de soja, maíz y otros productos del norte sean exentos de las retenciones que actualmente se aplican a estos productos. En su lugar, proponen que estos productos sean tratados de manera similar a las economías regionales, como el azúcar, que no están sujetos a esta carga tributaria.
El reclamo de las economías regionales y la respuesta del gobierno
En la actualidad, el gobierno argentino ha realizado algunas modificaciones a las políticas de retenciones. En un intento por equilibrar las demandas de los productores y las necesidades fiscales del país, se implementaron reducciones temporarias a las retenciones para cultivos principales como la soja, el trigo, el maíz y el girasol, con vigencia hasta 2025. Sin embargo, los productores del norte argumentan que estas medidas no son suficientes para aliviar la presión económica que enfrentan debido a los elevados costos de fletes.
En este contexto, el reconocimiento como economías regionales podría significar una significativa reducción de la carga fiscal, lo que permitiría a los productores invertir más en el desarrollo de sus cultivos y mejorar su competitividad en el mercado internacional. El tratamiento diferencial ya ha sido aplicado con éxito en cultivos como el azúcar, lo que ha dado lugar a un debate sobre la equidad de las políticas fiscales aplicadas a los diferentes sectores agrícolas.
Posibles soluciones y perspectivas futuras
El tratamiento de los productores del norte como economías regionales podría ser una de las soluciones más efectivas para aliviar los costos de transporte y aumentar la rentabilidad de los cultivos. Además de la eliminación de retenciones, sería importante que el gobierno también considere la mejora de la infraestructura vial en las provincias del norte, lo que reduciría los tiempos de transporte y, a su vez, los costos asociados. Sin embargo, los debates en torno a estas solucionesestán lejos de resolverse, y muchos sectores siguen pidiendo medidas más contundentes para apoyar a los agricultores en esta región.
En la actualidad, la situación sigue siendo un tema de discusión entre los actores del sector agropecuario, y no está claro si el gobierno adoptará una respuesta favorable a las solicitudes de los productores. Sin embargo, las demandas continúan y se espera que las políticas agrarias del país evolucionen hacia una solución más equitativa para las economías regionales.