El mercado de aceites vegetales -donde la exportación del aceite de girasol es clave- muestra una notable escalada en los precios internacionales, impulsada por un escenario global de oferta y demanda con contrastes marcados. Mientras que la producción de girasol experimenta una caída del 10% para la campaña 2024/25, la soja y otros aceites vegetales presentan realidades diferentes según las regiones productoras.
Mercado del aceite de girasol
Rusia y Ucrania, responsables del 70% de las exportaciones de aceite de girasol, lideran el descenso productivo, afectando significativamente el saldo exportable mundial. En contraste, Argentina destaca como el mayor exportador de aceite de soja, aunque la demanda interna en mercados como Brasil y Estados Unidos condiciona la oferta disponible para exportación debido a su uso en biocombustibles.
“Las compras internas de girasol se encuentran un 11% por debajo del promedio de la última década.”
En paralelo, países como Indonesia enfrentan una intensa política nacional de biocombustibles que absorbe gran parte del aceite de palma. Este escenario llevó a una reducción de 3,25 millones de toneladas en sus exportaciones en 2024, lo que impacta en los precios globales.
En este contexto, el precio FOB del aceite de girasol argentino registró un aumento del 45% desde principios de año, alcanzando los 1.140 USD por tonelada, un máximo desde febrero de 2023.
Despachos récord en el aceite de girasol: máximos en casi dos décadas
Argentina ha logrado un hito histórico en la exportación de derivados de girasol, que incluyen aceite y subproductos. Hasta octubre, el país exportó 1 millón de toneladas de aceite y 961.800 toneladas de subproductos, superando niveles no vistos en 18 años.
El precio FOB del aceite de girasol argentino registró un aumento del 45% desde principios de año.”
Este desempeño exportador representa el 70% de la producción industrial de derivados, una proporción récord desde 2006. Según las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), las cifras acumuladas a noviembre consolidan el liderazgo de Argentina en este segmento, marcando un récord en los negocios internacionales.
A pesar de este impulso, la molienda local se mantiene estable. La industria procesó 3,2 millones de toneladas de girasol, apenas por encima del promedio quinquenal. Esto refleja que el incremento exportador no se tradujo necesariamente en un mayor procesamiento industrial interno.
Mercado interno del aceite de girasol
Aunque la exportación lidera la dinámica del complejo girasol, el mercado interno muestra un comportamiento más conservador. Las compras domésticas de girasol alcanzaron las 2,6 millones de toneladas al inicio de noviembre, equivalentes al 70% de la producción estimada. Sin embargo, esta cifra está un 11% por debajo del promedio de la última década.
Tres puntos destacan en este panorama:
- Demanda pendiente: Quedan toneladas significativas para cubrir la demanda local en lo que resta del año.
- Procesamiento mesetado: La molienda industrial creció solo un 16% en comparación con el promedio de la última década, compensando parcialmente el alza exportadora.
- Cumplimiento de compromisos: El 96% de las toneladas registradas para exportación ya se comercializó, dejando poco margen para nuevas operaciones en 2024.
Perspectivas 2024/25: una nueva campaña con fuerza inicial
El horizonte para la próxima campaña de girasol muestra señales positivas. Las proyecciones FOB para el aceite de girasol argentino rondan los 1.180 USD por tonelada, y los compromisos por la nueva mercadería alcanzaron 401.000 toneladas en noviembre, el mayor volumen en tres años.
Este dinamismo inicial se combina con contratos previos, lo que posiciona a la campaña 2024/25 con un ritmo comercial prometedor. La industria y el comercio internacional tienen la oportunidad de capitalizar la tendencia alcista en los precios, mientras los desafíos locales exigen estrategias para equilibrar la oferta interna y externa.