México, uno de los principales exportadores de alimentos de alta calidad y sustentabilidad, ha consolidado una agricultura enfocada en cultivos de valor para el mercado global. La proximidad a Estados Unidos y Canadá, además de los estrictos requisitos de calidad para acceder a la Unión Europea y Japón, han hecho de México un epicentro para la agroindustria de exportación.
Esto convierte al país en el séptimo exportador mundial de alimentos, superando incluso a Argentina e India, a pesar de contar con una menor superficie agrícola.
En este contexto, Rizobacter, empresa argentina líder en soluciones biológicas, ha inaugurado su filial mexicana, sumando una pieza clave a su expansión global. Franco Fiori, gerente regional para México, Centroamérica y el Caribe, destacó el atractivo del mercado mexicano, resaltando que la oferta de Rizobacter, basada en eficiencia y sustentabilidad, responde perfectamente a las exigencias de este mercado. “Nuestra tecnología está aprobada en las listas de insumos permitidos, lo que nos abre grandes oportunidades”, explicó Fiori.
José Cricco, vicepresidente de Operaciones Comerciales para LATAM, Europa y África, aseguró que México representa una apuesta estratégica para Rizobacter. El mercado mexicano de biosoluciones, el segundo más grande de Latinoamérica tras Brasil, les ofrece proyecciones de crecimiento tanto a corto como a largo plazo.
La compañía espera alcanzar una facturación de 50 millones de dólares en los próximos años, con un portafolio enfocado en bioestimulantes, biofertilizantes, biofungicidas, bioinsecticidas y adyuvantes de alta calidad.
Rizobacter apunta inicialmente a los cultivos especializados como berries, aguacate, cítricos y piña, destinados mayormente a la exportación. En una fase futura, planea expandir su alcance a cultivos extensivos como maíz, trigo, soja y frijol, diversificando aún más su presencia en el dinámico mercado mexicano.