La campaña de soja pone primera y la necesidad de estar pendientes en la calidad de las semillas se torna fundamental, puesto que el deterioro sufrido por gran parte de los granos recolectados en el ciclo anterior, enciende las alarmas en los productores.
Pensando en la temporada 24/25, la soja adquiere un protagonismo renovado, en gran medida debido a la disminución de la intención de siembra de maíz relacionado con la problemática del complejo de achaparramiento. Pero también, por el área que se destinó a trigo en el invierno, que irremediablemente irá a la oleaginosa una vez recolectado el cereal en diciembre.
Con este contexto, tan alentador como preocupante, un análisis exhaustivo de la semilla de soja, que considere viabilidad, poder germinativo (PG), vigor y sanidad, se hace imprescindible para afrontar un tratamiento específico y contundente que asegure nacimientos estables.
Al respecto, el ingeniero agrónomo Wenceslao Tejerina, titular de la consultora agroEstrategias, recomienda a los productores que hayan guardado semillas en la campaña anterior, realizar análisis para evaluar la germinación y sugiere tratarlas con fungicidas y bioestimulantes.
“Es fundamental que las semillas tengan un buen vigor y un PG superior al 80% para luego comenzar a evaluar un tratamiento de semillas de buena calidad, con la aplicación de fungicidas y bioestimulantes”, sostiene el experimentado especialista.
Factores que provocan la mala calidad
Durante la cosecha anterior de soja, se dieron circunstancias ambientales que favorecieron la proliferación de patógenos en la semilla, principalmente de los géneros Phomopsissp. y Fusarium sp., afectando de manera considerable su poder germinativo y por consecuencia la calidad.
“El año pasado hubo un período de lluvias importante que hizo propicio el ataque de hongos a los granos en un momento clave de su formación. A esta situación, se le sumó un bloqueo hacia el final del ciclo, con días de muy alta temperaturas, incluso por la noche, que comprometió seriamente su calidad”, expresó Tejerina.
Frente a este contexto y pensando en la siembra de soja que se inicia en breve, quienes guardaron semillas, deben tomar un enfoque técnico aún más riguroso, para asegurar que el cultivo no se vea comprometido desde la emergencia, por un menor poder germinativo y vigor de las semillas.
“La viabilidad va a determinar si esas semillas están aptas para ser implantadas. De ser así, hay que continuar con los análisis de vigor y poder germinativo, que nos ayudará a sostener las semillas que pueden ser utilizadas en la próxima siembra”, aclaró el referente.
El escudo protector de la semilla
Ante un contexto desafiante, el diagnóstico preciso y el consecuente tratamiento de la semilla con fungicidas se vuelve una herramienta esencial para asegurar una correcta implantación del cultivo. Pero se debe considerar que no todos los tratamientos controlan de igual manera, ni con la misma velocidad y a los mismos patógenos.
Focalizado en eso, Biotrop muestra las ventajas de tratar a la semilla con PROMOTOR, es un consorcio de tresBacilos para tratamiento de semillas de soja y poroto con múltiples beneficios para el cultivo, por su acción fungicida, nematicida y bioestimulante.
Al respecto, el gerente de marketing de la compañía, Guillermo Vidal, destacó los alcances de esta tecnología ciento por ciento biológica que se encamina a ser un producto versátil para la campaña gruesa que se inicia.
“En esta campaña tan desafiante recomendamos la aplicación de PROMOTOR en semillas de soja, cuyo poder germinativo supera el 70%, ya que en esas condiciones ha demostrado un desempeño eficiente que le permite al productor sembrar con tranquilidad y seguridad”, expresó el referente.
PROMOTOR, está compuesto por cepas seleccionadas de Bacillus amyloliquefaciens, Bacillus velezensis, Bacillus thuringiensisy sus metabolitos. “Es un producto para tratamiento de semilla que se presenta en formato de endosporas, una estructura de resistencia específica de estas bacterias, lo cual permite tratar las semillas de manera profesional o a campo con mayor anticipación. El productor que utilice PROMOTOR sumará tres agentes biológicos desde el inicio del cultivo que le aportarán poder de control de patógenos y estimulación.”, destacó Vidal.
Campaña para estar pendientes
Por otra parte, según el entrevistado, en esta campaña será importante fortalecer a la soja en su estado de post-emergencia, principalmente como defensa a la fitotoxicidad de herbicidas como Fomesafen, Lactofen y Benazolín, que se suma a una temporada de altas temperaturas y bajos niveles de lluvias.
Para eso, Biotroprecomienda el uso de POWERTROP, un extracto de fermentación de microorganismos (Bradyrhizobium y Azospirillum) que actúa como bioestimulante y antiestresante, gracias a su contenido de aminoácidos y hormonas.
“Se trata de otro producto biológico de nuestro porfolio, que se puede aplicar de manera combinada con el herbicida, mediante una dosis recomendada de 500ml por hectárea”, explicó Vidal.
Además, sostiene que este producto puede ser utilizado también como bioestimulante, con muy buenos resultados tanto en el estado vegetativo como en el reproductivo, solo o acompañado de fungicidas.
“De acuerdo con nuestros ensayos y la experiencia de los productores y asesores con quienes hemos colaborado, esta solución ha demostrado resultados muy prometedores como antiestresante y bioestimulante. Además, ha mostrado gran efectividad como recuperador después de situaciones tan complejas, como una granizada en el lote”, concluyó.