En un escenario dominado por la incertidumbre geopolítica y las tensiones arancelarias, la soja volvió a mostrar sensibilidad frente a los vaivenes del conflicto comercial entre Estados Unidos y China. Esta vez, fue una reacción positiva: el precio de la oleaginosa repuntó con fuerza en el mercado nocturno de Chicago tras el anuncio de un acuerdo temporal entre ambas potencias, que suspende por 90 días los principales aranceles recíprocos.
La cotización subió 7,26 dólares por tonelada, impulsando la posición julio a US$393,71, luego de cerrar el viernes en US$386,45, según detalló la corredora Granar. El anuncio fue interpretado por los operadores como un alivio mayor al previsto, lo que explica el rápido rebote en las pizarras.
Una tregua arancelaria que devuelve aire a los commodities
La suspensión de aranceles se concretó tras una reunión celebrada en Suiza, donde funcionarios de ambos países sellaron el acuerdo. El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer, informaron que se reducirá temporalmente el impacto arancelario mutuo en 115 puntos porcentuales.
De esta manera, los productos chinos importados en EE.UU. pasarán a pagar un 30% en lugar del 145% anterior, mientras que China aplicará solo un 10% sobre los productos estadounidenses, frente al 125% previo. “Queremos una relación comercial más equilibrada”, sostuvo Bessent desde Ginebra, donde también remarcó que las barreras recientes habían establecido un “embargo de facto” al comercio bilateral.
La medida no solo impactó en la soja, sino que generó un repunte en todo el complejo de commodities agrícolas, que venía golpeado por la incertidumbre comercial. A pesar del avance, aún persisten dudas sobre otros sectores sensibles como los automóviles, los metales y la situación de empresas estadounidenses con operaciones en China.
Expectativa por compras chinas de soja y cautela ante declaraciones futuras
Uno de los puntos clave ahora será observar si China reactiva sus compras de soja estadounidense, especialmente porque hasta el momento no se ha registrado ninguna adquisición de la cosecha 2025/2026. Para los analistas, ese movimiento sería una señal concreta de distensión y de compromiso con el acuerdo alcanzado.
En diálogo con medios internacionales, la directora de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, calificó las negociaciones como “un paso positivo y constructivo hacia la desescalada”. La reunión tuvo lugar en la residencia del representante suizo ante la ONU en Ginebra, y fue seguida de cerca por gobiernos, mercados y organismos multilaterales.
La corredora Granar destacó que la reacción positiva del mercado agrícola responde al alivio inmediato, aunque advirtió que “la verborragia de Trump podría poner en riesgo lo construido por los equipos negociadores”, haciendo alusión a la imprevisibilidad política que aún rodea a la Casa Blanca en temas comerciales.