La Unión Europea se encuentra en medio del debate sobre la polémica Ley de Restauración de la Naturaleza, pero el ganadero Vincent Delobel tiene muchas preguntas. Delobel cuenta con unas 70 cabras lecheras en una explotación de 20 hectareas al este de Bélgica.
Se hizo cargo de la ganadería familiar hace unos años, ya comprometido con la agricultura ecológica y se anticipó a las decisiones políticas para conseguir que su granja contribuyera a preservar los ecosistemas, como con la instalación de cercas vegetales.
“Estos setos albergan un gran número de insectos, que pueden ser beneficiosos para los cultivos. Pero también proporcionan sombra a los animales y leña para la casa”, explica Delobel. Este sistema puede ser vital para preservar los campos en los años venideros. “Gracias a sus extensos sistemas radiculares, también ayudan a que el agua de lluvia se filtre más profundamente en el suelo, sobre todo en condiciones meteorológicas extremas”, detalla el ganadero.
Para Vincent Delobel, todo empieza en el suelo. Sus campos están diversificados con gramíneas y leguminosas, siempre con la intencion de restaurar los ecosistemas. La variedad atrae más insectos y las diferentes raíces de cada planta refuerzan el suelo frente a condiciones climáticas extremas. Además, rota las tierras donde pastorea a sus cabras para no agotar el suelo.
Delobel sigue de cerca los debates actuales en el Parlamento Europeo sobre la Ley de Restauración de la Naturaleza, cuyo objetivo es restaurar el 20% de las zonas terrestres y marinas de la Unión.
A pesar de que apoya las ambiciones climáticas, el agricultor plantea varios interrogantes. “Nuestras reservas se refieren claramente a la idea de separar zonas de producción intensiva, por un lado, y otras zonas en las que no se puede hacer nada más o que se dedican exclusivamente a la conservación de la naturaleza. Ese no es en absoluto nuestro modelo”, explica Delobel.
El ganadero revela que su objetivo es otro. “Realmente queremos integrar insectos, árboles y setos en los ecosistemas agrícolas y productores de alimentos, para que tengan un lugar y un papel que desempeñar en la producción de alimentos y en el suministro sano y sostenible de nuestros alimentos”.
Este martes, todas las miradas estarán puestas en la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo. Tras una larguísima votación hace un par de semanas, ahora la comisión continuará con el voto del polémico texto. La derecha y la extrema derecha quieren rechazar la propuesta porque pondría en peligro la producción agrícola y, por tanto, la seguridad alimentaria. Por su parte, la comunidad agrícola insiste en que, tal y como están las cosas, no hay recursos suficientes para que esta transición sea un éxito.
Si hay acuerdo, el texto aprobado por la comisión parlamentaria tendrá que ser negociado con los países de la Unión Europea antes de que se convierta, finalmente, en ley. Por el contrario, si los eurodiputados no consiguen sacarlo adelante, volverá a la casilla de salida.