La transformación de la lechería argentina tomó un nuevo impulso gracias a una línea de financiamiento innovadora que fija sus cuotas en litros de leche. El Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) ya canalizó casi $20.000 millones en créditos en valor producto, un esquema que permitió aumentar un 20% los sistemas rotativos y más de un 30% la incorporación de robots de ordeñe, marcando un hito en la modernización tecnológica del sector.
Según informó la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía, 145 empresas accedieron al financiamiento bajo dos líneas especiales indexadas al valor del litro de leche. Este modelo permitió que los productores accedan a equipamiento sin depender del tipo de cambio o de tasas en pesos, garantizando previsibilidad en un contexto económico volátil.
Más tecnología en los tambos: impacto regional y apoyo provincial
La primera línea, fondeada con $14.000 millones del FONDEP, contó además con la bonificación de cinco puntos de tasa por parte de los gobiernos provinciales de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. Este respaldo fue clave para potenciar la inversión de los productores locales, quienes destinaron los fondos a modernizar sus tambos con sistemas de automatización, genética y monitoreo animal.
Además, 14 empresas proveedoras de tecnología se sumaron a la operatoria, y más de 50 usinas lácteas actuaron como agentes de retención, articulando un ecosistema que permitió acelerar las inversiones.
Desde la Dirección Nacional de Lechería destacaron que el mecanismo funcionó como un puente entre proveedores, provincias y productores, con un rol activo en la selección de los proyectos que luego se derivaron al banco.
Créditos indexados al SIGLeA: nueva línea para ampliar la cobertura
Dado el éxito de la primera etapa, el BICE lanzó una segunda línea en valor producto, esta vez ajustada por UVA y con una tasa fija anual del 8%, que también fija sus cuotas en litros de leche y se paga en pesos. La referencia del valor del litro surge del Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLeA), lo que asegura una actualización razonable de los pagos en función del precio del producto.
Este nuevo tramo de financiamiento tiene plazos de hasta 60 meses, flexibles según la variación del valor del litro, y ya lleva más de $5.000 millones otorgados a empresas radicadas en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
En total, más de 400 proyectos por un monto estimado en 100 millones de dólares fueron presentados a lo largo del último año. De ellos, 145 obtuvieron aprobación y representan inversiones por más de US$40 millones, un dato que refleja el interés del sector por mejorar su competitividad.
TodoLáctea 2025: el crédito en litros llega a más productores
Entre el 13 y el 15 de mayo, la Secretaría de Agricultura y el BICE participan con un stand propio en la Exposición TodoLáctea 2025, con el objetivo de difundir el crédito en valor producto entre más productores tamberos del país. La propuesta busca acercar estas herramientas de inversión a quienes aún no accedieron y facilitar el vínculo con proveedores y técnicos de las provincias.
El stand incluirá asesoramiento sobre líneas vigentes, modalidades de pago y criterios de elegibilidad, con la presencia de funcionarios de la Dirección Nacional de Lechería, quienes oficiarán de nexo directo con los interesados.
Este esquema de financiamiento no solo promueve la eficiencia y el bienestar animal, sino que además permite reducir la dependencia del crédito tradicional bancario, que históricamente ha sido un obstáculo para el desarrollo del sector lechero argentino.
Un modelo replicable para otras cadenas
El caso de la lechería podría convertirse en una referencia para otras economías regionales. El financiamiento en valor producto —con cuotas en litros, kilos o toneladas— ofrece ventajas claras para sectores con alta exposición a la volatilidad cambiaria y estacionalidad productiva.
Las autoridades ya analizan su implementación en otras actividades agroindustriales, mientras el tambo argentino avanza hacia una nueva etapa, con más tecnología, previsibilidad y herramientas financieras adaptadas a su realidad.