Se celebró el 13 de octubre el Día Mundial del Huevo, como todos los segundos viernes de octubre de cada año, con la Argentina como tercer consumidor global, con 322 unidades per cápita por año, lo que implica que cada habitante del país come casi uno por día.
La fecha se estableció en Viena en 1996 con el objetivo de recordar a la población los múltiples beneficios del consumo de esta proteína de alta calidad a la salud humana, recuerdan desde la International Egg Commission.
“La calidad va a depender de la crianza que se le brinde a las aves”, explicó Juan Esteban Calvo, director de la Unidad de Avicultura y Porcicultura de MSD Salud Animal Argentina.
Según el especialista, “como la salud animal y humana están interconectadas, es fundamental que las gallinas ponedoras estén vacunadas para mantener las aves sanas y evitar trasladar riesgo a la salud del consumidor”.
“De esta forma se pueden evitar enfermedades como la Salmonella, ya que esta enfermedad puede afectar la salud de los consumidores, la salud de las aves y el bienestar productivo y económico del productor”, aseguró.
Calvo recordó que “en el país el Senasa es el organismo que se encarga de controlar y regular los estándares de calidad de este alimento que se consume cada vez más en la mesa de los argentinos”.
A nivel nacional se consumen 322 unidades de huevos per cápita por año, número que ha permitido al país ubicarse recientemente en el tercer lugar a nivel mundial, sólo detrás de México y Japón como uno de los mayores consumidores del mundo.
Este alimento de origen animal, producto de las gallinas ponedoras, es uno de los más completos que existen: su contenido es altamente nutritivo, accesible y fácil de conseguir.
Según cámaras del sector, en 2022 se produjeron 15.291,6 millones de unidades: del total, 14.603,5 millones (96,8%) fueron destinados al consumo interno.
Respecto a la salud, el huevo es fuente de vitaminas A, E y K, contiene colina -necesaria para la formación y el correcto funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso-, ácido fólico, biotina, riboflavina, ácido pantoténico, fósforo, hierro, zinc, selenio, vitamina B1, B6 y B12, y proteínas ricas en aminoácidos que ayudan a mantener en buen estado los músculos y los huesos del cuerpo.
Además, con relación a otras proteínas de origen animal, los huevos son una fuente de nutrición sustentable y de bajo impacto: las gallinas transforman el alimento en proteínas de manera altamente eficiente y demandan una cantidad relativamente reducida de tierra para lograrlo.