La campaña de trigo 2025 es uno de los grandes focos de atención para los productores agropecuarios, quienes, luego de una serie de desafíos en años anteriores, comienzan a ver un horizonte prometedor. En una entrevista exclusiva con Palabra de Campo, Patricio Munilla, gerente de marca Don Mario, compartió sus expectativas sobre la campaña que se avecina, destacando los factores climáticos y la innovación genética como elementos clave para el éxito.
“Se respira entusiasmo por sembrar trigo esta campaña”
La frase de Patricio Munilla resume el sentimiento de optimismo que se respira en el sector del trigo para el año 2025. Según Munilla, las condiciones climáticas actuales han recargado significativamente los perfiles de humedad del suelo, lo que augura una buena campaña para este cultivo. “El trigo es un cultivo que se siembra con la lluvia que cae antes, no con la que llueve durante la campaña. Así que, por suerte, los primeros indicios nos dan buenas señales”, comentó el gerente de Don Mario, destacando cómo la recarga de los perfiles hídricos es una de las claves para el buen arranque del ciclo agrícola.
Este optimismo también se refleja en las expectativas de los productores, quienes se muestran entusiasmados con la posibilidad de obtener buenos rendimientos. La relación insumo-producto, favorable en este momento, y la naturaleza del trigo, que ofrece ingresos en una época del año donde la “caja” del productor suele estar más ajustada, son aspectos adicionales que contribuyen a este optimismo.
El impacto del clima y las condiciones de siembra
Uno de los factores que más incide en el éxito de la campaña de trigo es, sin duda, el clima. Como explica Munilla, “el trigo se siembra con la lluvia que cae antes de la siembra, no durante la campaña”. Este detalle subraya la importancia de la recarga de los perfiles hídricos antes de la siembra, algo que en 2025 ha dado señales muy positivas.
El clima favorable no solo tiene que ver con la cantidad de lluvia, sino también con las temperaturas y las heladas, que juegan un papel fundamental en el desarrollo de los cultivos. “Este año se espera un inicio de ciclo agrícola sin las heladas tardías que han afectado al trigo en otros años, lo cual también es una excelente noticia”, afirma Munilla.
A pesar de los buenos presagios, los productores deberán seguir atentos a las variaciones climáticas. La recomendación de Munilla para los productores es mantener flexibilidad en las fechas de siembra y no depender únicamente de las primeras lluvias, ya que las condiciones pueden cambiar rápidamente.
Innovación genética: Sembrar Evolución en el trigo
La innovación genética es otro factor clave que marcará la diferencia en la campaña de trigo de 2025. El programa Sembrar Evolución, impulsado por Don Mario, apunta a mejorar el panorama del cultivo mediante el fortalecimiento de los programas de mejoramiento genético en Argentina.
En la entrevista, Munilla explicó que, aunque el trigo no ha sido históricamente un cultivo con grandes avances en biotecnología, el proyecto Sembrar Evolución está empezando a generar un cambio importante. “Sembrar Evolución viene a atacar lo que es el reconocimiento de la propiedad intelectual en Argentina. Hoy estamos en una desventaja competitiva con otros países, lo que limita las inversiones en mejoramiento genético”, indicó.
Este proyecto busca crear un marco más sólido para las inversiones en biotecnología, lo que permitirá a los productores acceder a variedades más eficientes y resistentes, adaptadas a las condiciones del país. Munilla destacó la importancia de mantener un porfolio joven de variedades, ya que la rotación genética es crucial para evitar problemas sanitarios y mejorar los rendimientos de los cultivos.
“El trigo tiene la particularidad de que una variedad, al ser muy utilizada durante 2 o 3 años, empieza a mostrar susceptibilidades en cuanto al desarrollo, lo que afecta los rendimientos”, señaló Munilla. Por eso, la constante renovación varietal es vital para la sostenibilidad del cultivo.
Los desafíos económicos y la diversificación
A pesar de las expectativas positivas, el contexto económico sigue siendo un desafío para los productores. “Es necesario que los productores sigan diversificando sus cultivos, ya que las condiciones macroeconómicas pueden cambiar rápidamente”, aconsejó Munilla.
La diversificación no solo implica una mayor resistencia frente a las fluctuaciones del mercado, sino también la optimización del uso de los recursos del suelo. Munilla enfatizó que la rotación de cultivos es crucial para mantener la salud de los suelos y evitar los efectos negativos de los monocultivos.
Además, en un contexto económico más incierto, el trigo puede representar una buena alternativa para los productores. “El trigo es un cultivo que te da caja en un momento del año donde no hay ingresos de otros cultivos. Esto lo convierte en una excelente opción para los productores que buscan balancear su flujo de efectivo”, agregó Munilla.
Proyecciones para la campaña 2025: Incremento de hectáreas sembradas
Las expectativas de siembra también son optimistas. Según Munilla, se espera un aumento en el área sembrada de trigo para el ciclo 2025, alcanzando un incremento cercano a las 500 mil hectáreas adicionales. “El año pasado se sembraron 6 millones 300 mil hectáreas, y este año podríamos llegar a 7 millones”, señaló.
Este crecimiento es un indicio de la recuperación del ánimo de los productores, quienes se sienten más confiados en las condiciones para sembrar trigo. “La lluvia sigue llegando, las condiciones son favorables y la tendencia es positiva”, añadió Munilla.