En el Simposio Fertilidad 2025, que reunió a cientos de especialistas sobre fertilización del agro en Rosario bajo el lema “Nutrir el suelo, alimentar el futuro”, Profertil reafirmó su compromiso con una agricultura eficiente, productiva y ambientalmente responsable. En diálogo con Palabra de Campo, Mirta Toribio, referente técnica de la compañía, explicó cómo el manejo adecuado del nitrógeno y la adopción de tecnologías puede transformar la producción de trigo y otros cultivos estratégicos.
“Somos el único productor de urea granulada en Argentina, y este fertilizante contiene un 46% de nitrógeno, un nutriente clave para el desarrollo de las gramíneas como trigo y maíz”, señaló Toribio. Ese dato no es menor si se considera que el nitrógeno, en combinación con una adecuada provisión de agua, determina en buena medida el potencial productivo de un cultivo. “Mayor producción significa más alimento y más alimento para el mundo. Está directamente relacionado con el rendimiento”, remarcó.
La planificación comienza con el análisis de suelos
Uno de los mensajes más claros que dejó la entrevista fue la importancia de empezar cada campaña con un diagnóstico preciso. “Cuando hablamos de trigo, el primer paso es hacer análisis de suelo. No podemos tomar decisiones sin saber con cuánto nitrógeno contamos”, afirmó. La planificación debe contemplar un esquema completo de fertilización, no solo para buscar altos rindes, sino también para lograr calidad de grano desde el comienzo del ciclo.

“No podemos pensar en la calidad al final del camino. Si aplicamos nitrógeno solo al final, no vamos a recuperar esa calidad. Es fundamental iniciar con una buena dosis a la siembra, continuar en macollaje y quizás reforzar en hoja bandera. Así reducimos las brechas de rendimiento y también elevamos la calidad proteica”, explicó.
El nitrógeno, al ser un nutriente móvil en el suelo, requiere un manejo cuidadoso. Si se aplica de forma incorrecta o en momentos inadecuados, puede perderse por volatilización o lixiviación. Por eso Toribio insistió en aplicar las llamadas “4R” de la nutrición: fuente correcta, dosis correcta, momento correcto y forma correcta de aplicación.
Una campaña de trigo prometedora, pero desafiante
En cuanto al inicio de la campaña triguera 2025, las condiciones iniciales son alentadoras. “Empezamos con un buen perfil hídrico. Pero también hay que tener en cuenta que las lluvias intensas pueden haber lavado parte del nitrógeno residual. Por eso insistimos en hacer el análisis de suelo antes de definir cualquier estrategia”, dijo Toribio.
El enfoque de ProFertil no solo apunta a maximizar rindes, sino también a mejorar la salud del suelo. En ese sentido, la fertilización no se entiende como una práctica aislada, sino como parte de un manejo integral. “No se puede pensar en fertilización sin pensar en el cultivo. Va todo de la mano”, sentenció la especialista.
También hizo referencia al papel del fósforo en etapas tempranas, especialmente para fortalecer el sistema radicular. “Necesitamos un buen enraizamiento para que el cultivo pueda absorber los nutrientes disponibles en el suelo. Esa sinergia es clave para el desarrollo inicial y la eficiencia del uso del nitrógeno”.
La fertilización como garantía de calidad del producto final
Uno de los puntos más interesantes de la entrevista fue la relación directa entre la nutrición nitrogenada y la calidad del trigo que finalmente llega a la mesa. “La proteína del grano es esencial para la industria molinera y panadera. Y esa proteína está directamente vinculada a la fertilización”, explicó Toribio.
De allí se desprende que una buena nutrición no solo impacta en los rindes, sino también en el valor comercial del producto. “Cuando se habla de calidad, se habla de fertilización. Y fertilizar bien es empezar desde el inicio, no improvisar”, reafirmó.
Además, Toribio destacó que en la visión de Profertil hay una conexión entre salud vegetal y salud humana. “Necesitamos salud del suelo para tener salud del cultivo y salud en el alimento. En definitiva, una sola salud que conecta todo el sistema”.
Tecnología para mejorar la eficiencia y cuidar el ambiente
En línea con su compromiso con la sustentabilidad, ProFertil viene promoviendo el uso de tecnologías como N-Total Plus, un fertilizante con inhibidores que mejora la eficiencia del uso del nitrógeno al evitar su pérdida por volatilización. “Este producto actúa como un seguro: en condiciones de alta temperatura y humedad, nos asegura que el nitrógeno llegará al cultivo y no se perderá en el ambiente”, explicó.
El beneficio no es solo agronómico, sino también ambiental. “Al evitar la pérdida de nitrógeno, reducimos la emisión de gases de efecto invernadero. Por eso no hablamos solo de rendimiento o rentabilidad, sino también de sustentabilidad ambiental”, señaló.
Toribio insistió en que este enfoque integral es el camino a seguir para una agricultura más equilibrada: “Tenemos que cuidar todo el ciclo. Pensar en la sustentabilidad del sistema productivo, en la económica y también en el medio ambiente”.