Por eso queremos aclarar todas estas cuestiones en estas líneas.
Se confunde (creemos que intencionalmente) la inversión —siempre con el riesgo del clima— y la facturación —de la cual una enorme parte va al Estado— con riqueza o rentabilidad extraordinaria. Algunos pueden desconocer el campo y creer que esto es así, pero quienes toman decisiones no pueden alegar ignorancia. El agro y el campo se ve como una caja para extraer recursos, y ante la crisis, mucho más. Ante un nuevo agravamiento de la crisis, parece que la historia se repite. ¿Alguien puede pensar que repitiendo estas recetas vamos a obtener un resultado diferente?
En cuanto al otro tema, resulta inverosímil leer que los exportadores hoy estén tratando de beneficiarse, tras una propuesta aparente de una “solución solidaria”. ¿Por qué decimos esto? Por varias razones. En principio, los dólares que proponen aportar al país, a través de la liquidación de granos que tienen en su poder, para lo que piden tener rebajas impositivas, son granos que ya nos compraron a los productores, y ya nos descontaron el 33% de retenciones, es decir con esta operación se estarían beneficiando por dos: quedándose con las retenciones que ya cobraron y obteniendo nuevos réditos económicos, sumados a la imagen “positiva” porque estarían “saliendo al rescate de la Argentina”. Esto ya pasó en el pasado, y ya lo denunciamos. Se trataría de una enorme transferencia de recursos, que nos perjudicaría fuertemente a los productores y beneficiaría a los exportadores. Es decir, se volvería a premiar a los que realmente especulan y a los que siempre ganan; sin riesgos, sin sobresaltos… sólo esperan el mejor momento para aprovecharse de estas situaciones.
Preocupa que el gobierno esté siquiera evaluando ser cómplice de esta situación. Porque, evidentemente, no puede desconocer esto que decimos. Y de un plumazo estaría regalando recursos fiscales y dándole una renta extraordinaria a los que realmente estarían aprovechándose de la crisis de nuestro país, que se quedarían con dinero del Estado y de los productores, mientras reciben el aplauso y la denominación de salvadores.
Finalmente, también se esboza en lo público como posible salida una posible reducción temporal de retenciones. Si se avanza en este sentido, una vez más, se volvería a perjudicar a los pequeños y medianos productores. Como dijimos, en nuestra escala ya hemos vendido nuestros granos, para afrontar nuestros gastos, por lo que volverían a beneficiar a los que, teniendo espalda, especulan con el momento en el que venden su producción.
Por todo esto, desde FAA reiteramos al gobierno nacional que se nos convoque, para poder opinar sobre estas y otras situaciones, que afectan seriamente los intereses de los pequeños y medianos productores, benefician a quienes discursivamente siempre critican (pero siempre resultan ganadores de las políticas) y que puedan escuchar nuestras propuestas. Además, que nos digan por qué se sigue demorando la devolución de las retenciones que nos prometieron en diciembre pasado, como compensación a los productores de escala más chica, y siguen sin abonar.
Que quede claro, más allá del precio del dólar hoy, los pequeños y medianos productores, que asumimos todos los riesgos, apostamos al desarrollo de todo el país, nunca hemos dejado de producir los alimentos ni los productos que requiere nuestro país, hemos vendido nuestra producción hace tiempo y cobramos $ 50 pesos por dólar, así que no debe haber dudas acerca de quiénes especulan, quiénes ganan y quiénes lo permiten, por acción o por omisión. ¿Volverán a permitir las autoridades que se lleve adelante esta nueva estafa?