“Nutrir el suelo, alimentar el futuro”. Esa fue la consigna central del Simposio Fertilidad 2025, que reunió a más de mil personas de forma presencial y cerca de dos mil por streaming. El evento, organizado por Fertilizar Asociación Civil, se convirtió en un espacio clave para debatir el presente y futuro del manejo de suelos en la Argentina con todo tipo de insumos, incluso los biológicos.
Allí, Federico Elorza, representante de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), conversó con Palabra de Campo sobre el papel estratégico que están empezando a jugar los insumos biológicos en la transformación del sistema agrícola.
“La verdad que muy lindo el congreso, mucha gente. Es un espacio que buscamos en el campo: encontrarnos, conversar, intercambiar ideas”, valoró Elorza al inicio de la charla.
En sintonía con el lema del evento, Elorza fue directo: “Trabajar para que el suelo esté mejor de lo que estaba es el camino al que tenemos que apuntar. Usemos el sistema que usemos, el objetivo tiene que ser la sustentabilidad”. Y en ese rumbo, afirmó, los insumos biológicos tienen una gran oportunidad.
De qué hablamos cuando hablamos de biológicos
Elorza explicó que los productos biológicos vienen ganando espacio por su especificidad y menor impacto ambiental. “Cuando hablamos de biocontrol, los productos no actúan como un insecticida químico que puede afectar muchas especies. Son más específicos, atacan una o dos especies objetivo y respetan a los enemigos naturales, que siguen aportando al control de plagas”.
Ese enfoque más dirigido permite planificar un manejo integrado de plagas, en línea con las exigencias de la producción sostenible. Sin embargo, advirtió que esta tecnología requiere un cambio de paradigma por parte de productores y asesores: “Estamos trabajando con organismos vivos. Hay que saber cuándo aplicarlos, cómo, con qué condiciones. No es simplemente reemplazar una botella por otra”.
En este punto, Elorza subrayó que hay una base de experiencia valiosa: “Hace años que trabajamos con inoculantes. Hay recorrido. Pero ahora hay que conocer otras herramientas, otras dinámicas”.
Un mercado en crecimiento, pero con desafíos
Elorza detalló que en Argentina el uso de insumos biológicos crece a tasas de entre 12% y 13% anual, muy cerca del promedio global, que oscila entre 13% y 14%. “Son tasas gigantescas de adopción. El año pasado incluso superamos ese promedio”, señaló.
Pero para que esa curva ascendente se mantenga, dos cosas clave deben suceder. “Primero, no existen herbicidas biológicos en el mercado. En nuestro país, el 80% de los fitosanitarios son herbicidas. Cuando aparezcan versiones biológicas, el salto va a ser muy grande”, proyectó.
La segunda condición es la capacitación. “El asesor y el productor tienen que saber cómo usar estas herramientas. Hay que adquirir conocimiento y confiar en la tecnología. Eso es lo que más estamos trabajando desde CASAFE”.
Rosario será sede del primer congreso de biológicos
En esa línea, Elorza anunció un paso concreto: el próximo 12 de junio se realizará en Rosario, en el hotel Puerto Norte, el primer Congreso de Insumos Biológicos del país. “Vamos a traer gente de Estados Unidos y Brasil, donde estas tecnologías están más avanzadas. Queremos entender qué los llevó a adoptar estas herramientas y cómo las aplican”, adelantó.
El encuentro también será una plataforma para conocer casos locales, nuevas formulaciones y soluciones técnicas ya disponibles en el mercado argentino. “Queremos que el productor vea qué hay hoy, cómo se aplica y qué resultados se están obteniendo”, resumió.
La logística no es un problema
Uno de los temas más debatidos en torno a los biológicos es su conservación y distribución. Según Elorza, la logística no representa un gran obstáculo, ya que muchos distribuidores están acostumbrados a manejar insumos que requieren refrigeración, como inoculantes.
“El canal de comercialización es el mismo que el de los productos químicos. Algunos biológicos requieren frío, pero eso ya está resuelto: los distribuidores tienen espacios refrigerados. No hace falta inventar nada nuevo, sólo planificar y conocer”, sostuvo.
También resaltó la importancia de que los distribuidores estén capacitados: “Como toda herramienta nueva, hay que aprender a manejarla, a entregarla, a asesorar al productor. Pero no hay barreras técnicas insalvables”.
Drones: entusiasmo, pero sin marco normativo claro
Antes de cerrar la entrevista, Elorza se refirió a una de las tecnologías que más expectativa genera en el agro: los drones. Aunque su uso se ha expandido, la falta de una regulación específica limita su adopción plena.
“La ANAC todavía no definió una normativa clara. Hubo un decreto presidencial que instruía a la autoridad aeronáutica a actualizar las reglas, pero no se ha avanzado”, lamentó. Mientras tanto, crece el número de drones en circulación, pero no pueden reemplazar aplicaciones terrestres o aéreas tradicionales por falta de aprobación oficial.
Además, muchos productos no están registrados para ser aplicados con drones, lo que representa otro obstáculo. “Tenemos más disponibilidad de equipos y más productores aplicando con drones, pero todavía hay un largo camino por recorrer para que sea una alternativa legal y técnica viable”, cerró.