La inteligencia artificial en la agricultura se perfila como una de las principales fuerzas transformadoras del sector agropecuario para los próximos años. En 2025, estas tecnologías avanzadas comenzarán a tener un impacto profundo y a gran escala, desde la investigación y el desarrollo de productos hasta la optimización de la logística en la cadena de suministro. Las innovaciones basadas en IA permitirán a los productores enfrentarse a los desafíos actuales del cambio climático, la escasez de recursos y la creciente demanda de alimentos de manera más eficiente y sostenible. Este artículo explora las cinco tendencias clave en la inteligencia artificial que según Syngenta marcarán el rumbo del agro para 2025.
IA en Investigación y Desarrollo (I+D)
Uno de los sectores que experimentará una gran transformación gracias a la inteligencia artificial es el área de la investigación y desarrollo (I+D) en la agricultura. Syngenta Group, una de las principales empresas del sector, está a la vanguardia al integrar modelos de aprendizaje automático en sus proyectos de investigación. Estos sistemas de IA permiten identificar nuevos ingredientes activos, tanto para insumos químicos como biológicos, lo que facilita la creación de soluciones innovadoras que pueden aumentar la productividad de los cultivos y reducir el impacto ambiental.
Además, la IA en I+D no solo acelera los procesos de investigación, sino que también abre nuevas oportunidades para la creación de cultivos más resistentes a plagas, enfermedades y cambios climáticos extremos, lo cual es esencial para asegurar la seguridad alimentaria global.
IA para monitorear la salud del suelo
Una de las aplicaciones más prometedoras de la inteligencia artificial en la agricultura es la gestión precisa de la salud del suelo. A través de sistemas avanzados de monitoreo, los productores podrán obtener mapas detallados y de alta resolución sobre el estado del suelo, incluyendo aspectos clave como la distribución de nutrientes, la textura y la cantidad de carbono presente. Esta información permitirá a los agricultores ajustar sus prácticas de fertilización y riego de manera más eficiente, lo que resultará en una mejor salud del suelo y una mayor productividad a largo plazo.
El uso de sensores inteligentes y drones equipados con IA para el monitoreo del suelo proporcionará datos en tiempo real, lo que permitirá a los agricultores tomar decisiones más informadas y adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes del terreno.
Herramientas digitales impulsadas por IA para productores
En 2025, los agricultores tendrán acceso a herramientas digitales avanzadas habilitadas por IA generativa. Estas herramientas actúan como asesores agronómicos virtuales capaces de proporcionar recomendaciones personalizadas sobre las mejores prácticas de manejo de cultivos. Gracias a la inteligencia artificial, los agricultores podrán obtener asesoramiento específico para sus necesidades, desde la elección de semillas hasta la gestión de la irrigación y la cosecha.
Estas soluciones permiten una gestión más precisa y eficiente de los cultivos, optimizando el uso de insumos como fertilizantes, pesticidas y agua. Además, las herramientas digitales de IA podrán identificar patrones y predecir problemas antes de que se conviertan en crisis, ayudando a los productores a actuar de manera proactiva.
IA en la gestión de plagas y enfermedades
La agricultura de precisión es una de las aplicaciones más relevantes de la inteligencia artificial en la lucha contra las plagas y enfermedades. A través del uso de sensores, drones y sistemas predictivos, los agricultores podrán identificar de manera precisa las áreas afectadas por plagas y enfermedades. Esto permitirá aplicar tratamientos solo en las zonas afectadas, reduciendo el uso de pesticidas y otros insumos, lo que no solo mejora la eficiencia, sino que también minimiza el impacto ambiental.
La capacidad de la IA para procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real permitirá a los productores tomar decisiones más rápidas y basadas en evidencia, lo que optimiza el uso de recursos y aumenta la rentabilidad.
IA en la gestión de la cadena de suministro
El impacto de la inteligencia artificial en la gestión de la cadena de suministro será otro de los motores clave de transformación en el agro. La IA permitirá prever con precisión la demanda de productos agrícolas, optimizando la logística y reduciendo el desperdicio de alimentos. Este nivel de eficiencia será crucial para minimizar las pérdidas en la distribución y mejorar la rentabilidad de los productores.
Al predecir tendencias del mercado y ajustar la producción en consecuencia, los agricultores podrán adaptar sus cultivos a las demandas del mercado, evitando tanto la sobreproducción como la escasez. Además, las soluciones basadas en IA facilitarán una mejor trazabilidad de los productos desde el campo hasta el consumidor final, aumentando la transparencia y la confianza en los productos agrícolas.
Impacto económico de la inteligencia artificial en el agro
El impacto económico de la IA en la agricultura será significativo. Según estimaciones recientes, el mercado global de AgTech, que incluye tecnologías como la inteligencia artificial, alcanzará los 54,17 mil millones de dólares para 2029. Esto demuestra el enorme potencial de estas innovaciones para transformar la economía agrícola global. Además, se espera que la IA en el agro ayude a aumentar la productividad y reducir los costos, lo que tendrá un impacto directo en la competitividad de los productores.
Un informe del Foro Económico Mundial también destaca que la agricultura digital podría incrementar el PBI de los países en desarrollo en hasta 450 mil millones de dólares anuales, lo que subraya la importancia de adoptar tecnologías avanzadas en el sector agrícola para lograr un crecimiento sostenible.
Una transformación real con IA
La inteligencia artificial en la agricultura no es solo una tendencia emergente, sino una transformación real que está configurando el futuro del sector. A medida que nos acercamos a 2025, la integración de la IA en los procesos agrícolas mejorará la productividad, la eficiencia y la sostenibilidad de los cultivos. Desde la investigación de nuevos productos hasta la gestión precisa de los recursos y la cadena de suministro, la inteligencia artificial ofrece a los agricultores herramientas poderosas para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Este es solo el comienzo de una nueva era para la agricultura, que promete ser más inteligente, eficiente y sostenible, beneficiando tanto a los productores como a los consumidores.