Cientos de miles de manifestantes a favor de la democracia regresaron a las calles de Estambul, Turquía, en apoyo del alcalde encarcelado de la ciudad.
Ekrem Imamoglu, considerado el principal rival del presidente Recep Tayyip Erdogan, fue arrestado por cargos de corrupción la semana pasada, lo que provocó protestas masivas. El detenido niega los cargos y afirma que su arresto tiene motivaciones políticas.
La multitud que se concentró esta tarde fue tan numerosa que desbordó el lugar de la protesta hasta un parque cercano. El presidente del Partido Republicano del Pueblo (CHP) de Imamoglu se dirigió a los manifestantes y leyó una carta del político encarcelado, que se encuentra aislado.
“No tengo miedo, están conmigo y a mi lado. No tengo miedo porque la nación está unida. La nación está unida contra el opresor”, decía la carta.
La esposa de Imamoglu, Dilek, también estuvo en la protesta y le dijo a la multitud: “Seguiremos luchando y luchando”.
Los manifestantes ondearon las banderas rojas y blancas de Turquía y corearon: “¡Derechos, ley, justicia!”.
Imamoglu ocupaba el cargo de alcalde de Estambul desde 2019 y obtuvo una rotunda victoria en las elecciones a la alcaldía el año pasado.
El alcalde fue nombrado candidato del CHP para las elecciones presidenciales de 2028 y es ampliamente considerado como el único político capaz de desafiar a Erdogan y su Partido de Justicia y Desarrollo en las urnas.
Erdogan ha estado en el poder durante más de dos décadas, primero como primer ministro y luego como presidente desde 2014. No puede postularse nuevamente a la presidencia después de 2028, a menos que cambie la constitución de Turquía.
La muestra de apoyo hacia el político fue pacífica, algunas protestas anteriores se enfrentaron a tácticas policiales de mano dura, que dispararon gases lacrimógenos y balas de goma. Al menos 2.000 personas fueron detenidas, incluso algunos periodistas que estaban cubriendo las protestas.
Por otra parte, Erdogan afirmó que las protestas constituyen “terrorismo callejero” y acusó a los manifestantes de atacar a la policía y dañar la propiedad pública.
El gobierno asegura que el arresto de Imamoglu no está sujeto a motivaciones políticas e insiste en que los tribunales turcos son totalmente independientes.