En los primeros dos meses de 2025, Argentina ha alcanzado cifras récord en la molienda de trigo y la industrialización de soja, reflejando la robustez de su sector agroindustrial. Estos logros son una prueba del dinamismo y la competitividad de la industria nacional, que continúa consolidándose como un pilar clave de la economía global. La molienda de trigo y la industrialización de soja no solo están impulsando la producción de productos clave como harinas y aceite de soja, sino también la exportación de estos productos, cruciales para el comercio exterior de Argentina.
Molienda de Trigo: Un Récord Histórico
Durante el primer bimestre de 2025, Argentina procesó un total de 984.638 toneladas de trigo, lo que representa un incremento del 8% en comparación con los primeros dos meses del año anterior. Este es el nivel más alto de molienda para este período desde 2020, lo que demuestra una notable capacidad de adaptación de la industria ante los desafíos climáticos y económicos.
De esta cifra, se produjeron 736.477 toneladas de harina y 248.015 toneladas de pellets, productos que tienen un papel fundamental tanto para el mercado interno como para las exportaciones. La industria molinera argentina sigue siendo una de las más eficientes de la región, favorecida por la excelente calidad del trigo local y por políticas públicas que apoyan el agregado de valor en origen.
El trigo es un cultivo esencial en la economía agrícola argentina, y su molienda es una de las actividades más dinámicas dentro del sector. El sector molinero contribuye no solo al abastecimiento del mercado interno, sino que también tiene un papel relevante en la exportación de harina hacia mercados internacionales, especialmente en América Latina y África.
Industrialización de Soja: Impulso y Desafíos
Si bien la molienda de trigo alcanzó cifras históricas, el crecimiento de la industrialización de soja también fue destacado. Entre enero y febrero de 2025, se procesaron 5.543.984 toneladas de soja, un 23,4% más que en el mismo período de 2024. Este volumen es el más alto registrado desde 2021, destacándose como un indicador claro del dinamismo de este sector.
Como resultado de este aumento, se produjeron 1.099.000 toneladas de aceite de soja, un derivado clave en la cadena de valor de la soja. El aceite de soja es uno de los principales productos de exportación de Argentina, que se posiciona como uno de los mayores productores y exportadores mundiales de este aceite vegetal.
No obstante, el aumento en la industrialización de soja también se vio afectado por las adversas condiciones climáticas. En particular, la sequía que afecta a varias regiones productivas de soja de Argentina ha limitado los rendimientos esperados. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires ajustó su estimación de cosecha de soja para el ciclo 2024/25, reduciendo la proyección a 48,6 millones de toneladas, un millón menos de lo estimado inicialmente debido a las condiciones de sequía.
Este ajuste en las estimaciones refleja un panorama de incertidumbre que podría impactar en los volúmenes de producción y en la capacidad de la industria para sostener las altas cifras de industrialización alcanzadas en los últimos meses.
Impacto en las Exportaciones y la Economía Nacional
El aumento en la molienda de trigo y la industrialización de soja ha tenido un impacto significativo en las exportaciones agroindustriales de Argentina. Según datos del Banco Central, las liquidaciones de divisas del sector agropecuario alcanzaron USD 2.073 millones en enero de 2025, un 36% más en comparación con el mismo mes de 2024. Esto refleja el ritmo sostenido de ventas y procesamiento de granos, en un contexto de crecimiento global de la demanda de productos agroindustriales.
Entre los productos más destacados de las exportaciones argentinas figuran la harina de soja, que representa el 12% del total de las exportaciones, y el aceite de soja, que sigue siendo uno de los principales productos de exportación de Argentina hacia destinos como la Unión Europea, China y otros países de Asia.
Además de los productos derivados de la soja, Argentina sigue siendo un actor clave en la exportación de harinas de trigo y productos alimenticios procesados, que tienen una gran demanda en mercados internacionales.
Perspectivas y Desafíos Futuros
A pesar de los récords alcanzados, el sector agroindustrial argentino enfrenta varios desafíos. Las condiciones climáticas adversas, como sequías prolongadas y variaciones en las precipitaciones, son una de las principales amenazas para la producción de soja, trigo y otros cultivos clave. Además, las fluctuaciones en los precios internacionales de los productos agropecuarios pueden generar incertidumbre en los márgenes de rentabilidad de los productores.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires y otras entidades del sector han llamado a la necesidad de diversificar las fuentes de ingreso de los productores y adoptar tecnologías que mejoren la resiliencia agrícola ante fenómenos climáticos extremos. La implementación de prácticas agrícolas sostenibles y el uso de tecnología avanzada serán factores clave para asegurar la competitividad a largo plazo de la industria agroindustrial argentina.
¡Récord!
La molienda de trigo y la industrialización de soja en el primer bimestre de 2025 reflejan la fortaleza y adaptabilidaddel sector agroindustrial argentino. Si bien los desafíos climáticos representan un riesgo, Argentina sigue mostrando un liderazgo global en la producción y exportación de productos agroindustriales clave. La capacidad de la industria para transformar materias primas en productos de alto valor agregado continúa siendo un factor crucial para su éxito en los mercados internacionales.
A medida que la industria agroindustrial de Argentina se adapta a los cambios del mercado y del clima, es probable que continúe desempeñando un papel fundamental en la economía mundial. Las cifras récord de molienda de trigo y la industrialización de soja son solo el principio de lo que promete ser un 2025 dinámico y lleno de oportunidades para el sector.