La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que se perdió el 10% del área sembrada con trigo por falta de lluvias en la región agrícola núcleo, lo que equivale a unas 130.000 hectáreas.
De esta manera, la superficie ocupada con el cereal en la región se redujo a 1,2 millones de hectáreas, de las cuales un 34% está en mala condición, 46% en regular, 18% en buen estado y sólo un 2% en muy buen estado, detalló la entidad bursátil.
Según los técnicos de la entidad, en la localidad santafesina de Bigand la situación del trigo es muy mala, con un 20% de los lotes perdidos, mientras que en San Gregorio la situación es igual de crítica con un 35% de los trigos perdidos.
En la localidad bonaerense de Quiroga ya se perdió el 20% de la superficie, a la vez que en el norte de región núcleo la situación mejora gracias a algunos milímetros extras que recibieron en El Trébol.
RENDIMIENTOS
Respecto a los rindes, la entidad bursátil estimó que existe un “techo” de productividad del cultivo de entre 30 y 35 quintales por hectárea (qq/ha), cuando “el año pasado se hablaba de pisos de rinde de entre 35 a 40 qq/ha”.
“Los agrónomos coinciden en que con cada semana que pasa sin lluvias importantes, los rindes se ajustan hacia abajo y cada vez es más difícil pensar en una recuperación”, concluyó el informe.
También la escasez de lluvias complicó el estado fenológico del trigo sembrado para la campaña 2022/23 en Entre Ríos, lo que también repercutirá en la producción final y el rendimiento promedio, advirtió hoy la Bolsa de Cereales provincial.
SIEMBRA DEL TRIGO
Para el ciclo agrícola se sembraron unas 500.000 hectáreas aproximadamente, donde la mayoría de los lotes se encuentran entre las etapas de espigazón y llenado de granos.
En esos momentos es cuando el cereal presenta su máxima demanda hídrica y donde el escenario de déficit actual repercute directamente en una caída en el rendimiento potencial, explicó el organismo.
Actualmente el rendimiento promedio provincial sería de 2.800 kilos por hectárea, pero de continuar “el vigente escenario” de lluvias y sequía “tenderá hacia la baja”, por debajo del promedio provincial del último lustro (3.078 kilos por hectárea).