En un reciente incidente ocurrido en la estancia Güer Aike, ubicada a 30 kilómetros de Río Gallegos, Santa Cruz, una jauría de perros atacó un lote de 36 carneros merino de alta calidad. El ataque resultó en la muerte de ocho animales, cuatro debieron ser sacrificados debido a la gravedad de sus heridas y nueve están bajo tratamiento veterinario. Cada uno de estos carneros estaba valuado en aproximadamente US$300, lo que representa una pérdida económica significativa para el productor.
El propietario del establecimiento, Jerónimo Trutanic, expresó su preocupación por la creciente problemática de los ataques de perros a la ganadería ovina. Según Trutanic, este tipo de incidentes no son aislados y se han repetido en diversas regiones del país, afectando gravemente al sector.
Impacto económico y social del ataque
Los carneros atacados eran parte de un programa de mejora genética destinado a optimizar la calidad de las pariciones en la temporada. La pérdida de estos animales no solo representa un golpe económico, sino también un retroceso en los esfuerzos por mejorar la producción ovina en la región.
Trutanic destacó que, de los animales que sobrevivieron, varios no podrán ser utilizados como reproductores en la próxima temporada debido a las lesiones sufridas. Algunos de ellos aún no pueden mantenerse en pie y requieren alimentación asistida.
La necesidad de políticas públicas y concientización
El ataque en Güer Aike pone de manifiesto la urgencia de implementar políticas públicas que aborden la problemática de los perros sueltos en zonas rurales. La falta de control y responsabilidad en la tenencia de mascotas contribuye a la formación de jaurías que representan una amenaza para la ganadería.
Es fundamental que las autoridades locales y provinciales trabajen en conjunto con los productores y la comunidad para desarrollar estrategias de prevención y control. La educación sobre la tenencia responsable de mascotas y la implementación de medidas de control poblacional canina son pasos esenciales para mitigar este problema.
El ataque de perros a ovejas en Santa Cruz es un reflejo de una problemática más amplia que afecta al sector ovino en Argentina. La falta de medidas efectivas para controlar la presencia de perros sueltos en áreas rurales pone en riesgo la producción ganadera y la economía de los productores. Es imperativo que se tomen acciones concretas para prevenir futuros incidentes y proteger la actividad ovina en el país.
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