Los procesos de siembra de la soja y el maíz, en ambos casos tardíos o de segunda, concluyeron esta semana en el centro y norte de la provincia de Santa Fe, con algo más de 500.000 hectáreas para el primer cultivo y unas 80.000 para el caso del segundo.
De esta forma, no alcanzó la intención de siembra proyectada al comienzo del ciclo y resultó un 4% menor a la lograda en la campaña anterior.
El trabajo indica que “hasta la fecha, lo implantado en general presentó buena germinación y emergencia” y se observó en ciertas zonas y sectores que los cultivares evidenciaron “un menor crecimiento o desarrollo de las plantas en comparación al ciclo anterior”.
En los cultivares se realizaron aplicaciones de herbicidas post emergente para el control de las malezas y se “intensificó el monitoreo para la detección del picudo grande de la soja”, además de detectarse la presencia de la denominada oruga militar.
En cuanto al maíz de segunda, el proceso de siembra concluyó con una superficie implantada de 80.100 hectáreas, lo que representa un 10% menos que la intención del inicio del ciclo y una disminución del 18,3% respecto de la campaña pasada.
Con la finalización de la siembra, en los doce departamentos del centro y norte de Santa Fe sobresale la superficie ocupada por lotes de soja, con 935.000 hectáreas de primera y 517.000 de segunda; luego se ubican el girasol (97.800 hectáreas), maíz de primera (88.200), maíz de segunda (80.100), sorgo granífero (75.000) y algodón (49.850).
Esta semana continuó además la cosecha de girasol, que alcanzó un grado de avance del orden del 47%, es decir 4 puntos porcentuales en la comparación con la anterior.
En los departamentos del centro como San Cristóbal, norte de Las Colonias, San Justo y La Capital, los valores de los rendimientos continuaron aumentando levemente.
Los menores resultados se obtuvieron en el norte, con promedios que
fluctuaron entre los 11 y 12 quintales por hectárea, mientras que en la zona centro promediaron entre 16 y 18 quintales.
