En Entre Ríos se generaliza la sequía: lluvia acumulada desde junio es 44% menor que el promedio

Las condiciones climáticas afectan el desarrollo de los cultivos generando plantas de menor tamaño, demoras en la fertilización nitrogenada, un retraso en el crecimiento, e incluso en sitios puntuales se detectaron pérdidas parciales y totales de lotes.

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La falta de precipitaciones en todo el territorio entrerriano continúa desde 2021 afectando a la actividad agrícola y ganadera y generando un estrés térmico en cultivos y animales, con una fuerte generalización de la sequía desde junio pasado, lapso en el que las lluvias fueron un 44% menores a los promedios históricos, advirtió hoy la Bolsa de Cereales de la provincia.

La sequía y las pocas precipitaciones “han hecho colapsar el balance hídrico, llevándolo a la solución más temida” y con un mapa provincial con un escenario de “mínima disponibilidad hídrica”, remarcó la entidad bursátil.

Asimismo, la sequía fue calificada como la peor de los últimos 60 años según los registros provinciales, y provocó efectos ecológicos y económicos “devastadores”.

Los registros pluviales de diciembre de 2021 en Entre Ríos se posicionaron entre los diez más bajos de los últimos 60 años, con acumulaciones mensuales hasta seis veces por debajo de lo que normalmente debe llover.

Si bien existen áreas y lotes con una mejor disponibilidad de humedad, se registra un “grave escenario” para diciembre, con un retraso en las siembras y fuertes consecuencias sobre los cultivos de la cosecha gruesa de la campaña 2022/23 implantados en forma temprana.

Para Entre Ríos, un valor normal de lluvia acumulada entre junio y noviembre se sitúa en 430 milímetros, pero en ese lapso del 2022 se registraron sólo 240 milímetros, un 44% menos (190 milímetros), con junio y octubre con un promedio 40 milímetros menor, de 20 menos en septiembre y de 90 milímetros menos que el promedio en noviembre.

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La peor situación se registra en el sur entrerriano, donde se encuentra más del 70% de los cultivos estivales y el déficit hídrico asciende a entre 200 y 350 milímetros, entre un 47 y 81% menos que la precipitación promedio normal.

La Bolsa de Cereales provincial aseguró que el panorama en el corto plazo “no parece cambiar” y permanecerá con “tendencia ascendente” de las temperaturas y una oferta de agua “lejos de ser la necesaria” para promover las correcciones necesarias. (Télam)

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