En el Congreso de Aapresid, Gustavo Elías, el gerente de Proyecto de Innovación de Yara Argentina, dialogó con Palabra de Campo y explicó que Yara Argentina lanzó dos plataformas integrales de soluciones para el agro, enfocadas en los requisitos de cada productor y de cada lote. Habló de sustentabilidad y de la importancia de aplicar buenas prácticas agrícolas.
P: ¿Por dónde empieza YARA a construir la sostenibilidad?
Las bases son sólidas desde el conocimiento agronómico, con lo cual ese es el primer punto. Dentro del conocimiento agronómico está maximizar la productividad por hectárea. Esa maximización de la productividad nos va a dar mayor eficiencia en el uso de los recursos. Desde Yara, como proveedora y productora de fertilizantes, lo que buscamos es que se maximice la eficiencia en el uso de los nutrientes y del agua principalmente. Y eso viene conllevado con un impacto positivo sobre el medio ambiente.
Siendo más eficientes, más productivos, vamos a poder, empezamos a tener un círculo virtuoso de mayor eficiencia, mayor productividad, menor impacto ambiental, reducción de huella de carbono y empezar a cubrir muchos aspectos de la agricultura regenerativa, que son dos palabras que ahora están en boca de todos, que no son ni más ni menos que un paquete o alternativas de prácticas de manejo tecnológicas y de productos y de procesos que buscan tener un impacto positivo sobre la naturaleza en la producción de alimentos.
P: ¿Y ahí cómo juega la digitalización?
Un factor clave, tanto para darle escalabilidad a las tecnologías, como para ayudar a la toma de decisiones. Desde ya ahora también tenemos algunas plataformas, la principal es Atfarm, que es una plataforma de monitoreo de biomasa y aplicación variable, que buscamos que sea de uso masivo, darle una escalabilidad tal que cualquier productor puede ingresar, ver sus lotes, sus imágenes de biomasa y poder acceder a la tecnología de aplicación variable para después ir a la máquina fertilizadora y hacer una prescripción por ambiente y una aplicación variable.
P: ¿Qué crees que dejó la sequía?
Bueno, la sequía en función de la zona fue más o menos severa, dejó muchos aprendizajes, mucho aprendizaje y un aprendizaje continuo y constructivo desde el punto de vista de cómo afectó la sequía a los distintos esquemas de manejo y a las distintas tecnologías empleadas. Nosotros dentro de los programas de sustentabilidad que tenemos, evaluamos resultado productivo, económico y ambiental y aún siendo un año tan desafiante en términos de sequía, tuvimos que tener un aumento en la productividad y en el resultado económico. Eso muestra que la incorporación de tecnología también muestra resultados positivos en años tan complejos y en este caso con sequías tan extremas.
P: ¿Quedaron nutrientes en el suelo?
Sí, que no fueron utilizados por la planta, lo vemos eso en los análisis de suelo. Por eso la clave para validar eso es hacer un análisis de suelo para diagnosticar y a partir de eso tomar decisiones. Lo que vemos en general en muchas de las zonas es que, sí, en el caso de que se han aplicado nutrientes que después no fueron absorbidos por los cultivos, tenemos mayor disponibilidad de nutrientes e incluso hay un esquema de mayor disponibilidad de nutrientes por mineralización del suelo que el cultivo finalmente no absorbió.
P: ¿Qué consejos le podemos dar a un productor que esta tomando decisiones agronómicas?
Desde Yara y desde el punto de vista de fertilidad y nutrición de cultivos, el punto principal es el diagnóstico. Eso le va a dar un panorama de dónde está parado cada lote y en función del objetivo productivo decidir y ser muy eficiente a la hora tanto de tomar decisiones como de invertir en cuanto a qué productos, qué dosis y en ese sentido también, no sé si se llama lo consejo, pero nosotros somos muy promotores de la adopción de la tecnología.
Por eso los invitamos también a que nos contacten como empresa, como Yara, a la cadena de distribución también para acercar los programas de sustentabilidad de adopción de tecnologías que tenemos que lo que buscamos es acompañar al productor en esa adopción de tecnología para maximizar el resultado productivo económico y reducir el impacto ambiental y la huella de carbono.
Tenemos un objetivo común que es producir alimentos, maximizar la producción de alimentos con una excelente calidad, o sea, sin dejar de lado la calidad de esos alimentos producidos, teniendo en cuenta mejorar el resultado económico y al mismo tiempo ser sustentables en esa producción.
P: ¿En Argentina lo puede lograr, ves mayor adopción de tecnología?
Sí, la vemos creciente y lo vemos también creciente en los indicadores de los programas de sustentabilidad. Hoy estamos alcanzando cerca de 150 productores que ya están subidos a estos programas. Desde el norte hasta el sur de la provincia de Buenos Aires. En cualquier cultivo, estamos haciendo foco principalmente en trigo, cebada, maíz, pero el impacto positivo sobre la rentabilidad, sobre la productividad, la calidad y la huella de carbono en términos de ambiental es significativo en todos los cultivos.