El Gobierno nacional descartó avanzar con la fusión del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), y en su lugar anunció un plan de reformas para modernizar la estructura del INTA. La decisión fue comunicada durante una reunión en la Secretaría de Agricultura con los dirigentes de la Mesa de Enlace, quienes respaldaron la continuidad del organismo agropecuario como entidad independiente y estratégica para el sector productivo.
La noticia puso fin a semanas de incertidumbre, luego de que circularan versiones sobre un proyecto de reestructuración que incluía la unificación de ambos institutos bajo un nuevo ente estatal. La propuesta fue impulsada desde el área de Desregulación y Transformación del Estado, encabezada por Federico Sturzenegger, pero finalmente prevaleció la visión del Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo, que optó por una modernización sin fusión.
“Nos da tranquilidad saber que el INTA no será fusionado. Para nosotros, es una herramienta fundamental y debe seguir cumpliendo su misión con fuerza”, afirmó Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en diálogo con Palabra de Campo.
El INTA, en la mira del ajuste estatal
En el marco del recorte del gasto público promovido por el presidente Javier Milei, el INTA no estuvo exento de restricciones presupuestarias. Durante el primer cuatrimestre de 2025, el organismo sufrió demoras en el giro de fondos, congelamiento de vacantes y reducción operativa en distintas estaciones experimentales, especialmente en el norte del país.

Ese contexto reavivó los temores en el agro. El INTA es el principal brazo técnico del Estado nacional en materia de investigación, extensión y asistencia agropecuaria, con presencia territorial en todas las regiones productivas. Su debilitamiento o desaparición parcial implicaría un golpe directo a miles de productores, sobre todo en zonas alejadas de los grandes centros urbanos.
“Cuando recorremos el país, vemos regiones donde el INTA es el único apoyo técnico disponible. En esas zonas cumple una función fenomenal. Eso no se puede perder”, enfatizó Castagnani.
Y agregó: “Hay regiones donde quizás el INTA pueda cumplir otras funciones, pero su presencia territorial es insustituible. Es el INTA de los productores”.
Reforma sí, fusión no: el enfoque oficial
Durante la reunión con el campo, los funcionarios dejaron claro que no habrá fusión con el INTI, aunque confirmaron que avanzarán reformas estructurales para eficientizar el funcionamiento del INTA, que serán trabajadas por su Consejo Directivo. Las autoridades señalaron que ya se está evaluando un decreto para actualizar el plan estratégico vigente desde 2015, y que parte de las competencias agropecuarias del INTI podrían ser absorbidas por el INTA.
“Fue una reunión más de seguimiento, en la que nos explicaron cómo piensan reestructurarlo, cómo mejorar su funcionamiento y dónde creen que hay que hacer ajustes”, explicó Andrea Sarnari, presidenta de la Federación Agraria Argentina (FAA).
“El INTA debe estar al servicio del productor, pero también pensado estratégicamente para la Nación”,añadió.
La Mesa de Enlace asistió en pleno: además de Sarnari y Castagnani, participaron Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina) y Lucas Magnano (Coninagro). Por el Gobierno estuvieron el secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne; el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta; y el coordinador de Gabinete, Martín Fernández. También asistieron el presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, y su vicepresidenta, Beatriz Giraudo.
Respaldo rural a una modernización con equilibrio
Las cuatro entidades coincidieron en que el INTA debe modernizarse, pero sin resignar su esencia. Se comprometieron a seguir participando en futuras reuniones para aportar propuestas concretas que permitan adaptar el organismo a los nuevos desafíos tecnológicos y climáticos del agro argentino.
“Apuntamos a una modernización del INTA. Las formas de implementación son lo que hay que trabajar, pero si el enfoque se mantiene, vamos a estar todos alineados”, sostuvo Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
“El INTA tiene un plan estratégico que data de 2015. Ahora hay que aggiornarlo para que responda a las necesidades del presente”, agregó.
Castagnani completó: “Estamos dispuestos a escuchar y discutir cambios. Si son para beneficiar al INTA, vamos a estar presentes”.
Retenciones y clima legislativo: preocupación persistente
Aunque el tema central del encuentro fue el futuro del INTA, el campo no dejó de lado su inquietud por los derechos de exportación. El fracaso del dictamen en la Comisión de Agricultura para evitar que las retenciones vuelvan a subir tras el 30 de junio generó desconfianza entre los productores.
“Fue claro el ministro Caputo esta semana: si la macroeconomía se mantiene fuerte, la baja de retenciones va a continuar”, aseguró Pino.
Sarnari coincidió en reclamar señales más concretas:
“Es el compromiso que el Gobierno asumió con el campo. Esperamos que se transforme en hechos”.
Castagnani, en tanto, cuestionó con dureza el desempeño legislativo:
“Lo que pasó esta semana en el Senado fue un golpe bajo. Pero no perdemos la fe. Vamos a seguir trabajando para que el tema se trate en el Congreso con seriedad y no quede solo en manos del Ejecutivo”.