Con una agenda abierta pero cargada de temas urgentes, la Mesa de Enlace volverá a reunirse este jueves con el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta. El encuentro se desarrollará desde las 13 en la sede oficial de la cartera y dará continuidad a un cronograma de diálogo iniciado en febrero, tras la baja temporal de las retenciones dispuesta por el ministro de Economía, Luis Caputo. Desde entonces, las entidades rurales y el Gobierno vienen articulando reuniones periódicas para dar seguimiento a los principales reclamos del sector.

En esta nueva convocatoria, los representantes de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro, Federación Agraria Argentina (FAA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) llegarán con una lista de temas que incluye las retenciones a los productos agropecuarios, el deterioro de la infraestructura rural, la inseguridad en el campo, el futuro de la Hidrovía y la situación sanitaria en la Patagonia.

“Es una agenda abierta, así que se tocarán todos los temas que urgen”, resumieron fuentes del ruralismo. Antes del encuentro con Iraeta, los dirigentes mantendrán una reunión interna para evaluar si incorporan más puntos. Allí podrían surgir nuevas demandas en función del contexto económico y productivo.

Uno de los temas más delicados para el sector es el de las retenciones, dado que la baja temporal aplicada por el Gobierno vence el próximo 30 de junio. Javier Milei ya adelantó que las alícuotas volverán a su nivel anterior si no hay mejoras en la macroeconomía, mientras que Caputo dejó abierta la posibilidad de mantener la reducción si las cuentas fiscales lo permiten. La falta de definiciones genera incertidumbre, especialmente en el umbral de la siembra de trigo.

El campo reclama que la reducción se vuelva permanente y que se avance en un esquema similar al aplicado para las economías regionales, que lograron una eliminación total de los derechos de exportación. Sin embargo, fuentes oficiales deslizaron que no está previsto extender beneficios similares a los cultivos tradicionales, al menos en el corto plazo.

Un informe reciente del IERAL de la Fundación Mediterránea reveló que, si las retenciones regresan a sus niveles originales, la rentabilidad de los productores alejados de los puertos podría caer hasta un 74%. El impacto sería particularmente severo en las regiones extrapampeanas, donde los costos logísticos son más altos. En ese escenario, muchos planteos apuntan a la necesidad de federalizar la política agropecuaria, corrigiendo asimetrías históricas.

Además de los tributos, la infraestructura rural se posiciona como otro de los focos de preocupación. Caminos intransitables, puentes sin mantenimiento y obras hídricas demoradas son problemas que afectan la logística, encarecen los costos de producción y ponen en riesgo la cosecha. La Mesa de Enlace insiste en la urgencia de reactivar obras clave y garantizar la conectividad productiva en zonas rurales estratégicas.

La seguridad rural, en tanto, se ha convertido en un punto recurrente desde el aumento de delitos en campos y zonas periurbanas. Robos de maquinaria, animales, herramientas y cosechas, además de hechos de violencia, configuran un escenario alarmante que requiere respuestas coordinadas entre Nación, provincias y municipios. Las entidades rurales esperan que el Ministerio impulse un plan integral de prevención y control.

También se discutirá la situación de la Hidrovía Paraná-Paraguay, una arteria clave para el comercio exterior agroindustrial. Según estimaciones oficiales, se proyecta que para 2035 el volumen de carga transportada por esta vía se multiplique por 2,4, lo que exige una mejora sustancial en el calado, dragado y modernización de puertos. Las entidades reclaman un rol más activo del Estado para garantizar un sistema de navegación competitivo y sostenible.

Otro tema que generó fricciones recientes fue la flexibilización de la barrera sanitaria que impide el ingreso de carne con hueso a la Patagonia. La decisión del Gobierno, comunicada en marzo mediante una resolución del Senasa, sorprendió a las entidades del agro y desató el rechazo de los gobernadores patagónicos y de productores locales. Ante la presión, la medida fue suspendida por 90 días y se abrió una mesa de diálogo con participación federal. En la última reunión con Iraeta, las partes ya abordaron el asunto y podrían retomarlo hoy.

En paralelo, sigue latente el debate sobre el futuro del INTA, el instituto de investigación agropecuaria más importante del país. Mientras el ministro Federico Sturzenegger promueve una posible fusión con el INTI, desde el entorno de Caputo se impulsa la modernización de la institución sin alterar su estructura. Las entidades del agro, que forman parte del Consejo Directivo del INTA, siguen el tema de cerca y se preparan para fijar una postura institucional si el Gobierno avanza en alguna dirección.

El último encuentro entre la Mesa de Enlace y el secretario Iraeta tuvo lugar el 14 de abril. En esa reunión se abordaron varios temas, incluido el conflicto por la carne con hueso y la evaluación sobre la continuidad de la doble vacunación contra la fiebre aftosa, que por ahora se mantiene vigente. Los dirigentes también se enteraron, en el marco de Expoagro, de que no habrá cambios inmediatos en el calendario sanitario, aunque se hará una evaluación en octubre.

Las reuniones periódicas entre el campo y el Gobierno permiten hacer un seguimiento más dinámico de los temas urgentes. Sin embargo, el sector espera que las conversaciones se traduzcan en medidas concretas que alivien la carga impositiva, mejoren la competitividad y brinden previsibilidad. La reunión de hoy podría marcar un punto de inflexión si surgen definiciones sobre alguno de los temas más sensibles, especialmente las retenciones y la infraestructura.