Rogelio Soto ha presentado una denuncia alarmante respecto a nuevas regulaciones establecidas por el Congreso de Estados Unidos, las cuales exigen que toda la carne importada a ese país incluya un etiquetado especial. Esta medida, según Soto, contraviene lo estipulado en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), un acuerdo comercial trilateral que busca facilitar el comercio entre los tres países.
El lineamiento en cuestión está programado para entrar en vigencia en 2026 y se espera que tenga un impacto significativo tanto en el ganado exportado desde México como en el de Canadá. Esta nueva normativa no solo afectará a los productores y exportadores de carne en México, sino que también generará repercusiones en la economía ganadera de Canadá.
Ante esta situación, es crucial que se inicie un proceso de negociación entre los gobiernos involucrados para encontrar una solución que beneficie a todas las partes. Es necesario garantizar que cualquier regulación o medida adoptada sea compatible con los términos y disposiciones del T-MEC, así como con los principios de libre comercio y reciprocidad que rigen el acuerdo.
El etiquetado especial exigido por el Congreso de Estados Unidos podría tener consecuencias adversas para los productores de carne en México y Canadá, afectando su competitividad en el mercado estadounidense y dificultando el acceso a este importante mercado de exportación. Por lo tanto, es fundamental que se aborde esta cuestión de manera urgente y se busquen soluciones que protejan los intereses comerciales y económicos de todos los involucrados.
Es importante recordar que el comercio de carne entre México, Estados Unidos y Canadá es un componente vital de la economía de la región y contribuye significativamente al empleo y al crecimiento económico en los tres países. Por lo tanto, cualquier medida que pueda afectar este comercio debe ser cuidadosamente considerada y discutida en un contexto de diálogo y cooperación entre los gobiernos.