El riesgo de sequía alcanzó a las 175 millones de hectáreas durante diciembre, con un incremento de 10 millones de hectáreas respecto del mes anterior, según un informe elaborado por la Dirección Nacional de Riesgo y Emergencia Agropecuaria.
El incremento obedece a la extensión de las condiciones de sequía en el norte del país, de acuerdo con el Informe de Sequía (Diciembre, 2022).
El informe destacó el aumento del área en sequía severa con la incorporación de 4,5 millones de hectáreas que empeoraron su condición.
Durante diciembre se observó un incremento de 10 millones de hectáreas respecto del mes anterior, totalizando 175 millones de hectáreas en riesgo de sequía en todo el país.
En ese mes prevalecieron los déficits de precipitaciones sobre el centro-este, norte y noreste del país, acentuando las condiciones de sequía.
La región central registró el año más seco de los últimos 62 y la zona núcleo quedó en segundo lugar, apenas por debajo de las lluvias de 2008. El trienio 2020-2022 es el más seco registrado a nivel país.
Además, el informe señaló que los índices de humedad de suelo muestran amplias zonas del país donde la humedad se encuentra por debajo de los requisitos hídricos de cultivos y pasturas. Los valores son excepcionalmente bajos en el centro del país, pero con fuertes caídas de la humedad disponible en el Litoral en el último mes.
Los índices de vegetación registraron otro mes con anomalías negativas extendidas en el centro y norte del país. En este sentido, se destacan los registros bajos en norte de Buenos Aires, centro y este de Córdoba, Santa Fe, sur y centro de Entre Ríos, Santiago del Estero, Chaco, centro y sur de Corrientes, oeste de Formosa y este de Jujuy y Salta. También se observó un incremento de las anomalías negativas en el sur de la Patagonia.
Asimismo, las alturas de los ríos mostraron valores de aguas bajas en los puertos argentinos del río Paraná, así como en el río Uruguay. Se observó también el decrecimiento de lagunas y cuerpos de agua.
Por otra parte, se observó una fuerte afectación en la producción ganadera con disminución de índices de preñez, pérdida de estado corporal y falta de agua para bebida animal. Se incrementó la suplementación y la descarga de campos.
En este sentido, el trabajo indicó que hay fuerte afectación en el rendimiento esperado de cultivos e incremento de plagas en producción citrícola.