La falta de lluvias en el centro y norte de Santa Fe profundizó esta semana el deterioro de los trigales que se encuentran en plena etapa de cosecha, a la vez que por la misma causa continúa paralizada por cuarta semana seguida la siembra de girasol y maíz temprano, informaron hoy voceros del sector.
En cuanto a la situación actual, el 40% de los trigales se encuentra en estado bueno, con algunos lotes muy buenos, lo que implica que el cereal en esa condición disminuyó en un 5% respecto de la semana pasada.
En el resto de los campos, en especial aquellos que han recibido menor cantidad de lluvias desde el inicio del ciclo, el 35% fue calificado por los productores como regular y el restante 25% como malo.
RENDIMIENTOS
En cuanto a los rendimientos, continuaron con los mismos valores de semanas anteriores, con promedios que fueron de entre 10 y 15 quintales por hectárea, con algunos predios puntuales que oscilaron desde 23 hasta 25 quintales, en especial en zonas donde hubo precipitaciones más homogéneas.
En cambio, en los sectores con menos lluvias, particularmente en el oeste de la provincia, los resultados fueron menores.
El informe añade que por cuarta semana consecutiva el proceso de siembra de girasol y maíz temprano estuvo paralizado debido a la nula disponibilidad de agua útil en la cama de siembra, lo que se agrava por la falta de perspectivas de futuros cambios que reviertan los escenarios actuales.
Por esa razón, “en distintas áreas se dio por finalizada la siembra y los productores resolvieron entre la devolución o no de la semilla”, y llevó a los productores a “la opción por otro cultivo, especialmente soja temprana”.
Con ese panorama, la superficie proyectada de soja aumentaría entre 9 y 10%, lo que elevaría las previsiones hasta al menos un millón de hectáreas.
En las cuencas lecheras, puntualmente para el maíz temprano, siguió el desplazamiento de las fechas de siembra y se esperarían algunos días más para la elección entre maíz tardío o de segunda o sorgos forrajero o granífero.