Las pruebas realizadas en el marco de ese programa han demostrado que la utilización de determinados planes nutricionales puede reducir hasta un 35% las emisiones de CO2 relacionadas con los fertilizantes.
Esta significativa reducción está vinculada tanto a los avances en los procesos de elaboración de los productos de Yara en sus plantas en Europa, como a la disminución de emisiones a campo gracias a la fuente de nutrientes utilizada en sus fertilizantes. Por otra parte, en las evaluaciones realizadas quedó en evidencia que estos planes aumentaban la rentabilidad del productor en un promedio de 19 dólares por hectárea, a partir de la optimización en el uso de los nutrientes.
En concreto, el programa consiste en que Boortmalt pagará un valor adicional por tonelada de cebada a aquellos productores que adquieran y utilicen los fertilizantes de Yara en sus cultivos. En tanto que Yara, por su parte, proporcionará a los productores de las recomendaciones necesarias para la implementación efectiva de estos planes nutricionales.
Luego, al final del proceso, ambas compañías trabajarán en conjunto para medir la huella de carbono de los cultivos utilizando herramientas como Cool Farm Tool y la plataforma Puma.
Este innovador modelo es único en la región, reflejando la ambición compartida por ambas compañías en términos de sustentabilidad. Con esta alianza, Yara y Boortmalt no solo buscan optimizar la producción de cebada en Argentina, sino también establecer un precedente de prácticas agrícolas sostenibles que puedan ser replicadas en otros cultivos y regiones.
Aquellas personas interesadas en participar del proyecto pueden contactar a la red comercial de Yara o Boortmalt para más información.