Baja presencia de picudo algodonero en campos chaqueños

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El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) detectó la “baja presencia” del picudo del algodonero respecto de años anteriores, en el monitoreo de 300 trampas ubicadas en nueve departamentos de la provincia de Chaco.

Esta baja presencia “es consecuencia de los trabajos de destrucción de rastrojos realizados por los productores, a lo que se agregan factores climáticos como las heladas y la intensa sequía que se produjo desde el otoño hasta fines de octubre”, afirma el informe difundido por la oficina local del Senasa.

La información fue difundida en el comienzo de la nueva campaña algodonera, que “se caracteriza por tener un vacío sanitario prolongado debido a que las lluvias recién llegaron a finales de octubre y allí comenzó de manera tardía la siembra del cultivo de algodón”.

La fecha de siembra de algodón obligatoria en la provincia del Chaco es desde el 1 de octubre al 30 de noviembre, según lo establecido en la resolución Senasa 74/2010, que además determina la obligatoriedad de la destrucción de rastrojos.

Según señaló “cada semana, agentes del Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa monitorean las estaciones con las 300 trampas ubicadas estratégicamente en lotes de algodón que se encuentran en los departamentos O’Higgins, Fontana, Comandante Fernández, Quitilipi, Independencia, Maipú, 9 de Julio, 12 de Octubre y Almirante Brown”.

“Por mes realizan un total de 1.200 monitoreos”, afirma el Senasa, y destacó la importancia de buenas prácticas agrícolas algodoneras con las “se pretende lograr un vacío sanitario de 90 días sin cultivo en el lote para cortar el ciclo del picudo del algodonero, concentrar el ciclo del cultivo y de esta manera controlar al insecto”.

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“Las bajas precipitaciones durante el otoño, invierno y principios de primavera y las heladas tardías provocaron que no haya rebrote del cultivo, lo que generó un vacío sanitario más largo y que el picudo no disponga de alimentos para sobrevivir hasta esta campaña”, se evaluó.

Para evitar que las poblaciones de picudo aumenten en las próximas etapas del cultivo, el Senasa recomienda a los productores “colocar trampas, monitorearlas de forma permanente y realizar controles donde exista presencia del insecto para disminuir las poblaciones y propiciar rendimientos significativos en la producción de algodón”.

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