Desde Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, Luis Gómez Llambi vino a la Exposición Rural para mostrar su emprendimiento: un gallinero móvil.
Según contó en diálogo con Palabra de Campo, “un día se presentó en el local un cliente, Santiago De Bernardi, deseando un comedero para gallinas”. Hoy fabrican carros grandes, para 600 gallinas y otros hogareños, ya que en tiempos de pandemia hubo mucha demanda de carros pequeños.
Gómez Llambi aseguró que, “es volver al gallinero de los abuelos, de cuando éramos chicos y en el patio trasero de la casa había gallinas ponedoras”. El gallinero hogareño tiene capacidad para cinco gallinas y permite abastecer de huevos frescos una familia tipo: accesible para que los niños se diviertan y aprendan, desarmable, liviano y móvil y permite el pastoreo de gallinas en su propio cerco.
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