El Senasa realizó tareas de reconocimiento y control en establecimientos rurales ubicados en la localidad de Laguna Yema.
Tras confirmarse por análisis de laboratorio la detección de nuevos casos de rabia paresiante y tristeza bovina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) llevó a cabo acciones sanitarias de reconocimiento y control en establecimientos de la localidad formoseña de Laguna Yema.
Durante el mes de octubre, y tras recibir notificaciones de mortandades en bovinos, el veterinario del Senasa en Laguna Yema, Lucas Pérez Cabral, recorrió establecimientos donde ejecutó las acciones correspondientes: inspección clínica y necropsia de los animales sintomáticos fallecidos, y tomó muestras para remisión a laboratorio.
El análisis en al Laboratorio del Senasa en Candelaria, Misiones, de las muestras tomadas en el primer establecimiento confirmó casos de rabia paresiante en dos terneros, por lo que de Inmediato el organismo sanitario realizó la interdicción de los campos ubicados en un radio de 10 kilómetros alrededor del brote, e indicó cumplir con la vacunación antirrábica obligatoria de todos animales susceptibles para evitar la diseminación de esta enfermedad zoonótica.
Asimismo, el Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa gestionó con el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia de Formosa la vacunación post exposición de las personas que entraron en contacto con los animales enfermos.
En el segundo campo, con mortandad de vacas con cría, se confirmó, por microscopía y hemograma, un brote de anaplasmosis o tristeza bovina, una enfermedad anemizante, que causa mortandades y síntomas similares a la rabia, pero que puede ser tratada si es diagnosticada a tiempo.
Tanto la rabia paresiante, como la babeosis y anaplasmosis bovina (complejo tristeza), causan gran impacto en la ganadería, siendo las principales enfermedades que provocan mortandad epidémica. Y al presentarse con sintomatología similar, el diagnóstico por laboratorio es la única herramienta eficaz para diferenciarlas inequívocamente.
“Estas intervenciones demuestran la confianza de los productores ganaderos en las oficinas locales, como así también el rol del Senasa como ente sanitario estatal fundamental para la prevención y control de enfermedades agropecuarias”, destacó Pérez Cabral,