En febrero de 2025, la región núcleo de Argentina experimentó lluvias históricas que casi duplicaron el promedio mensual de los últimos 30 años. Estas precipitaciones trajeron un alivio significativo al sector agrícola, especialmente a los cultivos de soja y maíz, que enfrentaban condiciones de estrés hídrico tras un enero con escasas lluvias.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó en su informe que el 95% de la región núcleo recibió precipitaciones por encima de la media, permitiendo una recuperación hídrica notable. “La sequía quedó atrás y ahora la mayor parte de los suelos presentan reservas de humedad de adecuadas a excesivas. El pronóstico indica que las lluvias seguirán en los próximos días”, señaló el informe.
Distribución de las lluvias en la región núcleo
El centro-sur de Santa Fe fue la zona con los mayores registros de precipitaciones en febrero. Bigand acumuló 398 milímetros, siendo el segundo febrero más lluvioso de los últimos 19 años, solo superado por 2014, cuando se registraron 423 milímetros. Carlos Pellegrini registró 337 milímetros y Rosario 280 milímetros. En el norte de Buenos Aires, Pergamino marcó 284 milímetros y Rojas 279 milímetros. En el sudeste de Córdoba, Labordeboy acumuló 260 milímetros y Colonia Almada 257 milímetros, mientras que Noetinger registró el menor acumulado con 100 milímetros.
Por fuera de la región núcleo, también se registraron valores excepcionales. En el centro de Buenos Aires, 9 de Julio acumuló 427 milímetros, cuando el promedio histórico para el mes es de 108 milímetros. Para encontrar otro febrero con precipitaciones similares en la región, hay que remontarse a 1973, cuando se registraron 286 milímetros.
Impacto en los cultivos de la región núcleo
Las lluvias de febrero tuvieron un efecto positivo en los cultivos de la región núcleo, especialmente en la soja y el maíz. Las precipitaciones permitieron una notable recuperación de la humedad en los suelos, mejorando las condiciones para el desarrollo de estos cultivos.
La soja de segunda, que hasta hace una semana mostraba un 60% de lotes en estado regular a malo, logró una mejora significativa. Actualmente, el 30% de los cultivos se encuentran en buen estado y el 10% en condición muy buena. La cosecha de maíz temprano alcanzó el 10% en la región, pero se requieren varios días de sol para reanudar la recolección en las áreas más afectadas por el exceso hídrico.
En el centro-sur santafesino, Carlos Pellegrini reportó un promedio de 110 quintales por hectárea en la cosecha de maíz, mientras que en Bigand, con un avance del 3%, los rindes oscilaron entre 85 y 105 quintales por hectárea, con un promedio de 100 quintales. En Marcos Juárez, los primeros lotes sembrados en septiembre (que representan el 20% del área) dejaron rindes de 70 a 140 quintales por hectárea, con un promedio de 110 quintales por hectárea.
Pronóstico y perspectivas futuras
El informe de la BCR señaló que “la masa de aire cálido y húmedo posicionada sobre el centro del país no sufrió cambios en el inicio del nuevo mes y, combinada con el ingreso de un sistema frontal, provocó nuevas tormentas de variada intensidad”. Durante los primeros cinco días de marzo, Rufino acumuló 76 milímetros, Junín 69 milímetros, Baradero 63 milímetros, General Pinto 45 milímetros y Colonia Almada 40 milímetros. Fuera de la región núcleo, los registros más altos llegaron a 147 milímetros en Huinca Renancó y a 179 milímetros en Villa de María del Río Seco, ambas en Córdoba.
El centro y este de la región núcleo no requieren nuevas lluvias en los próximos quince días para optimizar las reservas de agua del suelo. Sin embargo, en el resto del área serían necesarios entre 10 y 40 milímetros para consolidar la recuperación hídrica.