A través de una resolución en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Ministerio de Hacienda y Función Pública de España ordenó una reducción del 25% del rendimiento neto en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), ampliando la deducción previa del 15% fijada por los efectos de la guerra.
Esta medida de alivio aspira a beneficiar a 800.000 agricultores y ganaderos que tuvieron un impacto en su rentabilidad, tanto por la sequía como por el encarecimiento de los costos de insumos desde el año pasado a partir de la guerra en Ucrania.
Si bien la rebaja es del 25%, determinados sectores que se encuentran en una situación más vulnerable tendrán una mayor deducción como es el caso del olivar, el almendro y la apicultura, cuya reducción será del 50%; como para los cereales, oleaginosas, leguminosas, castaño, durazno, nectarina, damasco y otros sectores ganaderos donde ascenderá al 30%.
Los productores también podrán deducir un 35% las compras de gasoil y un 15% por fertilizantes, según la normativa difundida por la agencia de noticias DPA.
Del mismo modo, se mantienen beneficios para quienes alimenten al ganado con productos adquiridos a terceros, y para los productores que cultivan en tierras de regadío que utilicen energía eléctrica, los cuales se suman a otras reducciones a nivel autonómico, provincial o municipal, como las dirigidas a frutales no cítricos.
“Es una medida muy esperada y que tiene efecto inmediato. Se trata de un incremento excepcional, un esfuerzo adicional para compensar esta circunstancia excepcional”, afirmó el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de La Moncloa, Luis Planas, respecto de la rebaja de la base imponible del impuesto, que se estima que será de 1.807 millones de euros, que se suman a otros 292 millones de euros de apoyo al sector.
Planas calificó a la situación actual como “excepcional” y, en ese marco, le solicitó más fondos a la UE.
A través de una carta enviada al comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Januz Wojciechowski, el ministro solicitó la activación de la reserva de crisis de la Política Agrícola Común (PAC).
“Espero una reacción pronta por parte de la Comisión Europea, aunque sé que las decisiones tardan tiempo, pero está perfectamente justificada por la excepcionalidad de la situación”, señaló Planas en una rueda de prensa, tras lo cual agregó: “Estamos preocupados, pero el sector sabe que el Gobierno siempre está a su lado y seguiremos apoyando a agricultores y ganaderos en esta circunstancia difícil, pero de la que saldremos de ella”.