La continuidad de la ola de calor impacta en la soja y no se descartan nuevos recortes de producción

La ola de calor de las últimas semanas y la falta de lluvias volvieron a golpear a la soja, lo que podría determinar nuevos recortes en la estimación de producción que ubicarían a la campaña 2022/2023

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La ola de calor de las últimas semanas y la falta de lluvias volvieron a golpear a la soja, lo que podría determinar nuevos recortes en la estimación de producción que ubicarían a la campaña 2022/2023 como una de las peores de las últimas dos décadas, cuando la oleaginosa comenzó un fuerte proceso de expansión en el país.

Tras una serie de recortes en la proyección de producción que se dieron la semana pasada y que ubicaron la potencial cosecha de la oleaginosa dentro de un rango de entre 27 y 29 millones de toneladas, las temperaturas extremas que se vivieron en gran parte del área agrícola, junto a la falta de lluvias, hace prever que los ajustes negativos continúen, adelantaron a Télam especialistas del sector.

En su última estimación mensual, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó la estimación de producción de la oleaginosa en 7,5 millones de toneladas hasta las 27 millones, lo que implicó un merma del 45% respecto al volumen que se esperaba al comienzo de la campaña, estimado en 49 millones de toneladas.
En diálogo con Télam, el jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, Cristian Russo, dijo que tras la difusión de ese informe -realizado el miércoles pasado- “hubo 7 días más sin lluvias en gran parte de la región pampeana”, por lo que “hoy tendríamos que estar hablando o considerando un daño del 50% respecto a la cifra inicial de soja”.

Para Russo, la sequía que afecta a la campaña agrícola 2022/23 es peor a las registradas en 2008/09 y 2017/18, algo que ubica a la producción argentina “en los dos peores escenarios de los últimos 15 años juntos y potenciados”.
“Lamentablemente, en zona núcleo vamos a seguir ajustando, haciendo nuevos recortes. Hay que asumir que ya no estamos hablando de un 45% menos o de 27 millones de toneladas de producción”, concluyó Russo.

De confirmarse esta previsión, la presente campaña se consolidará como la peor en lo que va del Siglo XXI, debido a que se ubicaría por debajo de las 27,26 millones de toneladas registradas en el ciclo 2000/2001.

Desde el fuerte comienzo del proceso de expansión de la soja en la Argentina, en los últimos años de la década del 90, la producción de la actual campaña -de no mediar mayores inconvenientes- se ubicaría por encima de los 20,1 millones de toneladas de la campaña 1999/2000, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.

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No obstante, no solo cabe señalar las diferencias tecnológicas entre las campañas citadas y la actual, sino que también la diferencia en las hectáreas sembradas: en 2000/2001 la superficie implantada fue de 10,9 millones de hectáreas, contra 16 millones de hectáreas de la campaña actual.
De esta manera, los volúmenes que se obtendrían podrían ubicarse incluso en niveles previos al salto productivo que se dio a finales de la década del ’90 y principios del 2000.

El profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral y analista de la consultora FyO, Dante Romano, reconoce como algo “factible” que se produzcan nuevos ajustes en la estimación de producción de soja.

“Antes de los calores fuertes habíamos estimado una 27 millones de toneladas. Ahora estamos haciendo otro relevamiento y me da la sensación de que la situación está para dos millones de toneladas menos”, dijo Romano a Télam.
Para el especialista “hoy se puede pensar en 25 millones de toneladas de piso. Ahora se esperan lluvias más generalizadas, pero lo que se perdió ya no se recupera. Hace mucho tiempo que no estamos en estos niveles productivos. Es una proyección muy baja la que tenemos”.

Por otro lado, Romano destacó que hoy los precios internacionales se encuentran “en niveles altos a pesar de que China está más tranquila en la demanda y Brasil con una muy buena cosecha”.
“Antes de que Argentina tenga esa merma productiva estábamos esperando una caída de precios fuertes que coincide con una excelente campaña productiva de Brasil. Nosotros decíamos que con una campaña de 35 millones de toneladas no se iba a sentir en el mundo, pero con 10 millones menos abajo de esa marca, comienza a ser relevante” para el mercado internacional, finalizó el especialista.

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