Un informe de la Guía Estatrégica para el Agro, de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que “lo más destacado de los últimos siete días fue la formación de un centro de baja presión sobre la desembocadura del Río de la Plata, el día jueves 17, que provocó el desarrollo de lluvias y tormentas, algunas particularmente intensas”.
Lamentablemente, como viene sucediendo desde que se inició el invierno, las precipitaciones se mantuvieron muy concentradas sobre la franja este, particularmente en la capital federal y el extremo noreste bonaerense, donde los acumulados, de manera puntual, superaron ampliamente los 100 milímetros en pocas horas.
Durante el fin de semana largo otro sistema de mal tiempo aportó algo más de agua con idéntica distribución geográfica, pero esta vez incluyendo al resto de la provincia de Buenos Aires y La Pampa, con registros entre 15 y 25 milímetros más que útiles para sostener las reservas en esos sectores.
Por el contrario las lluvias fueron muy pobres o nulas en la zona núcleo, región que imperiosamente requiere un significativo aporte de agua para revertir condiciones de sequía que se extienden día a día, y donde solo se registraron lloviznas débiles y gran nubosidad.
Las primeras dos décadas de agosto no lograron romper con la distribución pluvial típica del trimestre frío, aun cuando este invierno tuvo poco de frío y fue tan inusual como la reiterada incursión de viento del sector norte.
Los recurrentes ingresos de aire cálido y húmedo provocaron elevadas temperaturas por largos periodos de tiempo pero no se tradujeron en una mejor oferta de agua para los castigados cultivos del oeste.
Las reservas de agua en el suelo no han tenido, a lo largo del mes, ninguna respuesta positiva. La condición de sequía, que predomina sobre el oeste de la zona núcleo, comienza a extenderse paulatinamente hacia el este presionando sobre los cultivos implantados con el agua justa. Este escenario se vuelve más delicado si consideramos que los pronósticos de corto plazo indican que la última semana del mes tampoco ofrecerá cambios en la distribución o en la oferta de agua.
Por el momento el centro y sur de Buenos Aires y la Mesopotamia mantienen buenas condiciones de humedad edáfica y solo el sudeste bonaerense cuenta con excelentes reservas de agua, incluyendo algunos excesos. Todo parece indicar que habrá que esperar el recambio estacional para que se produzca una variación positiva del régimen pluvial sobre el centro del país.