A través del decreto 492/2023, el Poder Ejecutivo de la Nación oficializó la prórroga del Programa de Incremento Exportador (PIE) que había restablecido el “dólar soja” a partir del 4 de septiembre y que en primera instancia iba a extenderse hasta el viernes pasado.
No hubo cambios en relación al mecanismo que se venía aplicando para esta cuarta oportunidad del tipo de cambio diferencial: las empresas exportadoras deben ingresar el 75% de las divisas a valor oficial, a través del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), y el 25% es de “libre disponibilidad” (pueden utilizar herramientas como el dólar contado con liquidación).
En concreto, el decreto prorroga hasta el 25 de octubre de 2023 el PIE, aunque aclara que la fecha de liquidación de las divisas y el pago de la suma en concepto de adelanto de los derechos de exportación deberán efectuarse en un plazo que no podrá superar el 20 de octubre, inclusive.
La realidad es que esto continúa y sigue hasta las elecciones. La pregunta que surge es por qué sigue y si realmente hay aún soja disponible. ¿Qué está esperando el Gobierno que ingrese de dólares que hasta ahora no ingresó?
Enrique Erize, analista y titular de la Consultora Nóvitas, dialogó con Palabra de Campo.
¿Cuánta soja todavía anda dando vueltas por ahí que el gobierno cree que todavía le pueden entrar más dólares?
Yo creo que el mercado lo que opina es que quedan entre 6 y 8 millones de toneladas. Aparentemente lo que habría logrado el Gobierno cerrar hasta ahora, en la última semana que era esta, cuando se prorrogó, habían llegado con 3,7 millones de toneladas y unos 1.500 millones de dólares recaudados de ingresos de divisas.
Ahora, todo el proceso yo diría que fue un drama, porque el 27 de agosto, me acuerdo que fue un domingo, Massa anunció que iba a haber un nuevo dólar soja, con la posibilidad de liquidar un 25% de divisas en el mercado contado con liqui.
El lunes siguiente el Secretario de Agricultura dijo que no, que sólo podían ser aplicadas de esa forma de liquidar a importaciones, y al día siguiente salió que lo que había dicho no era así, o sea, una improvisación y un papelón realmente importante, porque la verdad que hemos ido de un lado al otro, y finalmente el 4 de septiembre empezó el dólar soja 4 para mí, porque hubo un dólar agro, como decís, pero este fue el dólar soja 4, y con ese 25% de libre disponibilidad, que además también se mencionó en un momento determinado, hubo muchas discusiones entre las fábricas, porque en un momento se dijo que podían no ingresarse las divisas directamente, dejarlas afuera.
La cuestión es que recién después de todo eso finalmente se implementó, pero pasó algo que no estaba en los cálculos de nadie, y que evidentemente alguien hizo mal los deberes, porque se ha exportado 95% de lo que se colocó, de lo que se negoció en el dólar soja 4, fue soja poroto, por las firmas que no tienen fábricas acá en Argentina, o sea, las fábricas aceiteras que son las que necesitaban la soja para moler, no ligaron. Algo falló en los cálculos del Gobierno, o en la relación Gobierno – aceiteras, o en la implementación final, que fue bastante mala, por eso yo llamo a esto casi un papelón.
P: Estuviste en India, que es un gran mercado para la Argentina en términos de aceite de soja y de girasol. ¿Que percibe el mundo de la Argentina?
Tuve tres reuniones con la cámara aceitera y terminamos la exposición que hice y yo recibo una pregunta: ¿Gana Milei? Me dice el director ejecutivo de la cámara aceitera. Cuánto girasol les queda, cuánto aceite les queda, sabían todo, impresionante, y están necesitando de nosotros, que somos los principales exportadores mundiales de aceite de soja. Ellos son los principales importadores, pero también me preguntaron por el tema girasol, qué va a pasar con el girasol, qué va a pasar con la cosecha, pero con un nivel de conocimiento que me sorprendió.
Hay otra cosa que me sorprendió, yo había estado en el 2006 en la India, y volví, después de tantos años. Es un viaje duro, porque la pobreza que ves en la India es complicada, las rutas son un caos, hay algunas autopistas, pero lo que más me sorprendió es que la parte agrícola es la nuestra de hace 80 años: comercializan en bolsas de alpillera, cosechan a mano, no hay mecanización, no ves una cosechadora, no ves un tractor, no ves una sembradora, porque son 800 millones de tipos, una hectárea por familia, con lo cual, eso está igual que en el 2006.
Sabía que no había cambiado mucho, pero no pensé que iba a a ver exactamente la imagen que vi hace 17 años. Impacta verlo. Pero bueno, es la tercera economía del mundo, según dicen algunos, por ese sistema de ponderación del poder adquisitivo por el que India sería la tercera potencia mundial en un par de años, crecen en servicios, crecen en industrias relativamente, pero en agricultura van para atrás. Esa es la buena noticia que traemos de la India. Esta gente hoy produce 100 millones o 115 millones de toneladas de trigo, se autoabastecen del trigo, pero en cualquier momento necesitan importar soja donde son absolutamente deficitarios.
