La Fundación Barbechando surgió en el 2008 en el contexto de la Resolución 125, cuando un grupo de productores, defensores de los valores republicanos, comenzaron a caminar los pasillos del Congreso para explicar y esclarecer las características del interior productivo.
En su piedra fundacional aparece la necesidad de pasar del reclamo a la propuesta y para eso monitorean y miden el impacto de los proyectos legislativos agroindustriales, acompañan a productores y asociaciones agropecuarias a presentar inquietudes y proyectos de interés y mantienen un contacto directo con todas las voces del mundo político.
Palabra de Campo conversó con Manuel Chiappe, director general de la Fundación Barbechando, una entidad que se ocupa de todos los temas legislativos que tienen que ver con el sector agropecuario.
P: Para quienes no lo saben, ¿qué hace la Fundación Barbechando?
Hace lobby político. Trabajamos con la política directamente en el Congreso de la Nación de una manera propositiva, de una manera partidaria, conversando con todas las voces y con el apoyo de más de 400 productores, empresas, cámaras, que entienden que tenemos que trabajar con la política, buscando soluciones para nuestro país.
Eempezamos con la 125 hace varios años, muy rudimentariamente y hoy tenemos un equipo profesional que trabaja en los pasillos del Congreso incidiendo, llevando información, reuniéndonos con los legisladores, midiendo el impacto de un proyecto de ley, mostrándole a los legisladores el impacto que tiene un proyecto en su provincia en su gente y de esa manera visibilizando mucho más todo este ecosistema agro industrial que tanto potencial tiene y que lamentablemente lo estamos desaprovechando con las oportunidades que nos da el mundo.
P: ¿Por qué a veces cuando uno dice “lobby” hay mucha gente desconfía o que piensa que es algo oscuro?
No hay más que mirar nuestras redes sociales a ver todo el trabajo que hacemos. Es público, es visible, damos la cara, hablamos y contamos lo que hacemos. Entonces esa es la garantía de tener transparencia y de que la política entienda para dónde deben ir las decisiones en materia agro industrial y que el Congreso trabaje en esa línea para el desarrollo de todos los argentinos.
P: Cuando pienso en los políticos y en la producción agropecuaria siempre tomamos el ejemplo de Brasil que tiene una cantidad enorme de diputados o de legisladores que tienen algún tipo de vínculo con el sector agropecuario.
Los resultados están a la vista porque Brasil ha crecido mucho en los últimos años, probablemente por muchas razones, pero incluimos también ésta, la de los políticos que conocen y que tienen algún tipo de información sobre el mundo productivo, algo que claramente no pasa en la Argentina a pesar de que gran parte de ellos vienen de las provincias que son netamente productivas.
En términos agrícolas definitivamente Brasil tiene dos engranajes que acá nos faltan: uno es la visión unificada de todo el agro brasilero a través del Instituto Pensar Agropecuaria que es un tanque de pensamiento que sería el equivalente a Barbechando pero con 55 instituciones metidas ahí adentro. Ellos trabajan en financiamiento, trabajan en ideas, en propuestas, en equipos técnicos y son la retaguardia estratégica de la política legislativa en Brasil. Por otro lado, como bien dijiste está el frente legislativo agropecuario que es este grupo coordinado estratégico de 350 legisladores (casi el 60 por ciento de ambas cámaras). Muchos de ellos -el 90 por ciento- no tienen ni una maceta ni son productores pero entienden que empujando políticas públicas agropecuarias Brasil se va a desarrollar. Ese es en parte una uno de los factores de éxito de Brasil.
P: El sector agropecuario puedes amarlo u odiarlo pero es un actor importante en la economía de la Argentina. ¿Cómo puede ser que nuestros políticos no tengan información del agro?
Definitivamente. De hecho vos hoy le preguntás a cualquiera de los candidatos a presidente quién va a ser su ministro de agricultura o su secretario de agricultura y ninguno lo tiene claro. Es increíble, tienen un algunos nombres que andan dando vuelta y estamos hablando del 26 o 27% del PBI del actual y del futuro gobierno entonces ahí hay que hacer también un mea culpa y sin azotarnos ni autoflagelarnos, tenemos que entender que si nosotros hemos hablado con la política del campo y de una manera aspiracional no de una manera reivindicativa, eso de que somos los que más temprano nos levantamos y le damos de comer a todo el país. Eso no funcionó, le hemos dado la espalda a la política.
P: Lo que se viene son las elecciones. ¿Qué ven ustedes?
Vemos un escenario del Congreso con tercios en la Cámara de Diputados y donde JxC probablemente si se repite el resultado de la PASO sea la primera minoría con una UxP muy fuerte también, pero ninguno va a tener quórum propio con lo cual van a tener que negociar con los entre 35 y 40 diputados que seguramente entren por LLA entonces eso va a forzar un consenso entre tres fuerzas. Después no nos olvidemos que está el Peronismo Federal o los peronistas provinciales o los partidos provinciales que también tienen una voz en el Congreso -especialmente a la hora de inclinar la balanza y definir el quórum- entonces ese es el escenario en Diputados.
En senado, mucho más polarizado entre JxC y UxP, con liberales con mucho menos poder porque planeamos solamente ocho senadore, pero yo te diría que que hay dos escenarios muy positivos que vienen: el primero es que uno escucha que todos los legisladores los candidatos a presidente están hablando del campo, tienen proyectos para el campo en agenda algunos con mayor o menor desarrollo pero eso te diría que es un tema positivo que en otras campañas no lo hemos visto.
P: Esta muy fresco el daño de la sequía…
Definitivamente. Nosotros hicimos un trabajo que indica que las grandes caídas del pbi argentino son en años de Niña fuerte y los grandes picos de pbi en la Argentina son en Niños fuertes entonces tenemos que independizarnos de ese electrocardiograma económico y prender el resto de los motores, como es la minería, el petróleo, la industria del conocimiento, ir a fondo con el turismo para que puedan compensar los malos años. Y el segundo tema positivo es que va a ser vital en los primeros seis meses del Gobierno que asuma las medidas que están proponiendo tanto Massa como Patricia Bullrich, como Schiaretti, como Javier Milei, que son medidas que van a tener que definirse en el Congreso de la Nación con lo cual esperamos a partir del 10 de diciembre un Congreso hiperactivo. Venimos hace cuatro años de un Congreso adormecido, desenfocado de los problemas de la gente, con muchas decisiones postargadas.
