En un contexto en el que la agricultura es fundamental para proporcionar alimentos suficientes, sanos y asequibles a una población en rápido crecimiento, no se puede prescindir de la idea de trabajar al mismo tiempo sobre el impacto ambiental que esto representa. Para reducirlo y al mismo tiempo innovar desde el punto de vista productivo, la empresa alemana BASF integra -junto con socios y expertos agrícolas- diversos criterios de sostenibilidad de cara al negocio local.
En este sentido, Gustavo Portis, Director Negocio Agro para Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, aseguró que desde BASF “tenemos la capacidad de interactuar de forma abierta con nuestros clientes y así desarrollar de manera conjunta las necesidades para tener una agricultura cada vez más sustentable. Entonces nosotros creemos que la manera de hacerlo es conectando tecnologías, conocimientos y capacidad humana, que hoy se encuentra potenciada por la digitalización y, gracias a eso, podemos tomar decisiones más asertivas”.
El portafolio de BASF incluye semillas, eventos biotecnológicos, productos químicos y biológicos para la protección de cultivos, productos para el cuidado del suelo y salud vegetal, control de plagas, además de soluciones digitales.
La idea de BASF es ayudar a los agricultores a crear un impacto positivo para la agricultura sostenible y para eso invierte en una sólida estructura de I+D, que conecta el pensamiento innovador con acciones concretas en el campo.
En cuanto a la infraestructura que BASF tiene en Argentina, vale destacar el Centro de Desarrollo Tecnológico en Rojas, Provincia de Buenos Aires, y la planta productiva en Santo Tomé, Provincia de Santa Fe. Sin dudas, desde la mirada de la empresa nuestro país es estratégico para el sector agropecuario.
Centro de Desarrollo Tecnológico en Rojas
El Centro de Desarrollo Tecnológico de Rojas esta ubicado en la Provincia de Buenos Aires en un campo de 65 hectáreas y requirió de una inversión inicial de 1.3 millones de dólares en la construcción de 1.100 m2 entre infraestructura relacionada al procesamiento de semillas, laboratorio, y equipamientos.
Allí, los técnicos y agrónomos se dedican a innovar en semillas, productos y tecnologías para la protección de los cultivos y soluciones digitales, realizando trabajos de investigación y desarrollo tanto para Argentina como para distintos países del mundo.
Desde la empresa aseguraron a Palabra de Campo que este site es un punto de referencia a nivel local, regional y global para que las soluciones que ofrece BASF a los agricultores sean investigadas en distintos ambientes agrícolas antes de que lleguen al mercado y a los productores.
Planta productiva en Santo Tomé
La planta productiva en Santo Tomé esta ubicada en la provincia de Santa Fe. Ocupa un terreno de 1,2 hectáreas y cuenta con 2.300 m² de superficie construida. Desde allí se elaboran productos para el mercado local y se exporta a Bolivia, Paraguay, Uruguay y Brasil.
Se trata de una planta de bioproductos para el Agro, con producción de inoculantes y productos biológicos con equipamiento tecnológico de última generación. Cumple los más altos estándares de calidad y estrictos protocolos de seguridad, que garantizan la eficacia de las soluciones que van del laboratorio al campo.
Vale destacar que la planta de Santo Tomé es la única en Latinoamérica dentro de la estructura de BASF que se especializa en la formulación de productos biológicos del segmento de tratamiento de semillas.
Compromiso de BASF con el agro argentino
La estrategia de BASF es poner al agricultor en el centro del negocio y construir una experiencia superadora para ellos. Es también brindarles soluciones que les permitan alcanzar el mejor equilibrio entre la productividad agrícola, las necesidades de la sociedad y el cuidado del medioambiente.