El Gobierno todavía no pudo bajarse del ring. Más bien sigue en los primeros rounds de una pelea que será muy larga y que tendrá muchas complicaciones. Mientras comienzan a llegar los daños colaterales post PASO, Macri y su gabinete no logran hacer pie frente a una realidad que los golpeó por todos lados y con más fuerza donde duele en serio: la clase media.
El bolsillo de millones de argentinos está más vacío desde que comenzó la semana. Los depósitos de las empresas no registran movimiento. Los proveedores sólo se dedican a comunicar actualizaciones de listas de precios. El supermercado remarca constantemente miles de productos de la canasta básica.
Con el dólar cerca de $60, se esperan aumentos en todos los derivados de los commodities: la harina por el trigo, el aceite por las oleaginosas, las carnes por el maíz y así podríamos seguir con todas las cosas que llegan al plato de cada vez menos mesas. Los grandes proveedores aceleraron el traslado a precios de la devaluación y agosto será un mes difícil para todos.
Las cadenas productivas están resentidas, golpeadas. Los industriales panaderos, por ejemplo, denuncian que la molinería no entrega mercadería. No están pidiendo más de lo que piden habitualmente, no pretenden hacer un negocio oportunista. El trigo, que tiene precio internacional, aumentó por una cuestión lógica en el mercado local y eso generó un traslado a precios en quienes industrializan la materia prima y generan harinas. Ellos también son industriales, sufren los embates de la economía e incluso tienen la posibilidad de vender su producción al exterior.Pelegrina le recordó a Macri la promesa de eliminar las retenciones en 2020Twitear
¿Por qué habrían de venderla al mercado interno, que aún no tiene un precio definido para el intercambio de mercadería? La discusión de lo especulativo o no de la situación no califica de ninguna manera, porque en todo caso no son las partes involucradas en el negocio quienes deben fijar el contexto, eso es responsabilidad de un gobierno. Dicho esto, la realidad es que para un panadero la situación es delicada porque no está abastecido de harina y ahora no le venden o si le venden lo hacen a un 30% más.
Así las cosas, se vienen aumentos en el precio del pan y todos los farináceos. No porque el trigo tenga esa incidencia en el valor del pan, sino porque los comerciantes están asfixiados por el incremento de los costos en todos los ítems del esquema productivo. El del pan es sólo un ejemplo y se extiende al resto de los productos que integran la canasta básica.No son las partes involucradas en el negocio quienes deben fijar el contexto, eso es responsabilidad de un gobiernoTwitear
La presión por evitar que el peso se devalúe cada vez más crece a cada hora y mientras el gobierno nacional busca financiamiento externo, el Gabinete evalúa distintas opciones para hacerse de dólares a corto plazo. Aquí es cuando aparece el campo, ese sector al que se recurre cuando se necesitan billetes verdes.
Según varios analistas del mercado de granos, hoy los productores tienen cerca de 30 millones de toneladas de soja y otras 20 de maíz en distintas formas de acopio. Esto, sólo contemplando la oleaginosa, representa cerca de 10 mil millones de dólares tomando como referencia los valores de hoy del mercado en Chicago (CBOT).
¿En medio de este escenario de volatilidad local y en el que el contexto internacional tampoco ayuda, qué hace o piensa hoy el productor agropecuario? Espera, no se trata de especular sino de cuidar su economía, resguardando su moneda de cambio. Ningún ahorrista saldría a vender los dólares que tiene abajo del colchón en este momento y no por eso es un especulador, sólo se protege ante un escenario incierto. El problema no es ético, del productor o del ahorrista, es del gobierno y su incertidumbre.Los productores tienen cerca de 30 millones de toneladas de soja y otras 20 de maíz en distintas formas de acopioTwitear
Pero la urgencia del Gobierno es tal que en las últimas horas surgió el rumor de un aumento en las retenciones a la soja y al resto de los productos que el campo y toda la industria exporta, ya que prácticamente se han licuado por la reciente devaluación. Es probable que este haya sido uno de los temas de los que se habló en la reunión de gabinete con Luis Miguel Etchevehere, que prácticamente reestrena su rol de ministro en la mesa chica que el presidente Macri reclutó en Casa de Gobierno.
El rol de ministro parece no generarle buenas sensaciones al ex titular de la Sociedad Rural, ya que nuevamente debió defender la avanzada de Leandro Cuccioli, titular de la AFIP, que propuso adecuar el esquema de $3 o $4 según el producto y llevarlo a $ 6 u $8, manteniendo la lógica de representar cerca de un 10% del valor exportado.
Por ahora es rumor y fue desmentido por el propio Etchevehere, sin embargo hay que destacar que bien podría ser una especie de “aviso” para la industria aceitera, que hoy se reunió con Macri y decidió desde la Cámara no dar detalles del encuentro. ¿Se habrá sentido presionada la industria y acelerará la liquidación de divisas? ¿O estaremos nuevamente frente a una nueva desmentida que luego se transformará en realidad, tal como ocurrió tiempo atrás con las retenciones extra?
En la última edición de la Exposición Rural, el titular de la entidad, Daniel Pelegrina, le recordó a Macri la promesa de eliminar las retenciones en 2020. Pareciera que lejos de retirarlas, el Gobierno volvería a pedirle un esfuerzo a todo el sector productivo.