Dos meses atrás, se proyectaba una “Niña” muy fuerte y un nivel de enfriamiento pocas veces visto en los últimos 25 años. Pero ahora, se confirma una muy buena noticia: “hay una tendencia clara a la disminución del enfriamiento”. Se pasó de prever un escenario muy complejo a uno dónde las lluvias y la humedad no estarán tan lejos de las medias estadísticas.
Cristian Russo
El 6 de marzo de este año alertábamos que “La Niña” mostraba un nivel de enfriamiento proyectado a noviembre pocas veces visto en los últimos 25 años. El valor de anomalía de la temperatura superficial proyectada en aquella fecha para noviembre (teniendo en cuenta datos de los principales organismos de referencia: NOAA/NCEP/CPC/IRI) alcanzaba el valor de -2,34°C.
Para poner ese número en contexto, cada vez que aparece un valor inferior a -2 de anomalía se está hablando de una Niña muy fuerte. En los últimos 25 años, los valores más bajos de enfriamiento eran de fines del año 2007 y principios del 2008 cuando se registraron -1,5 y -1,6. Y a finales de 1999 y principios del 2000, la anomalía fue de -1,7. Con esos antecedentes se encendía el miedo en el sector con justificadas razones, ya que podía tratarse de un nuevo desastre para el agro en el ciclo 2024/25.
Por eso es muy importante lo que muestran las actualizaciones más recientes al 20 de mayo del 2024 de los modelos dinámicos de estos mismos organismos, ya que hay una significativa disminución del enfriamiento que se había proyectado con los datos de abril. Es decir un pronóstico de menor grado de severidad del evento Niña previsto para septiembre 2024/ marzo 2025. Ahora, el menor valor pronosticado es una anomalía de -1,5°C para diciembre y enero. De esta manera, la “Niña” se está atemperando y ha pasado de proyectarse de muy fuerte a una intensidad de fuerte/moderada. Con estos datos, hay una tendencia clara a la disminución del enfriamiento, tal como se muestra en el siguiente gráfico:
“Con estos actualización “de Niña” y esperando que se mantenga el comportamiento sumado a la noticia de la semana pasada (el índice del Dipolo índico en fase neutral entre septiembre y octubre, “anulando su acople con la Niña entre octubre y noviembre), hay muy buenas noticias climáticas para la próxima campaña gruesa argentina. Se pasó de prever un escenario muy complejo, a uno dónde las lluvias y la humedad no estarán tan lejos de las medias estadísticas”, dice el consultor Elorriaga.
¿Cuál es la situación actual del Pacífico?
Las condiciones decrecientes de “El Niño” persisten en el Pacífico ecuatorial centro-oriental, con importantes indicadores oceánicos y atmosféricos alineados con condiciones neutrales. “Todos los modelos pronostican ENSO neutral entre mayo y julio de 2024, que luego persiste durante el trimestre junio, julio, agosto. La Niña se convierte en la categoría más probable de septiembre 2024 hasta marzo de 2025”, explica Elorriaga.