El Gobierno analiza una nueva prorroga para la entrada en vigencia del troceo

Desde la Secretaría de Agricultura se había asegurado su inicio para el 1 de noviembre.

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Tras el anuncio de movilizaciones y paro en plantas frigoríficas, el Gobierno analiza prorrogar la entrada en vigencia del nuevo sistema de venta de carne en cuartos denominado “troceo”.

Según la normativa que debía entrar en vigencia el martes próximo, ya no se podría comercializar la carne en media res y se tendría que cortar en partes que no superen los 32 kilos.

Una de las posibilidades sería prorrogar la medida para que entre en vigencia a partir del 1 de enero del 2023, aunque mañana habrá reuniones entre el sector privado y los funcionarios de la Secretaría de Agricultura.

Desde el sector de los abastecedores (CAMYA) habían pedido un aplazo de la norma por 180 días y que mientras tanto se permita la descarga por medios mecánicos ya que todos están de acuerdo en que los operarios de los frigoríficos no carguen la media res al hombro. Por ahora no hay una definición al respecto del plazo de postergación del inicio de la medida ni qué pasará con los “medios mecánicos” una vez que se cumpla la nueva prorroga.

 

LA GRIETA DE LA CARNE

Junto con el Gobierno, los frigoríficos exportadores intentaron por todos los medios convencer a los distintos eslabones de la cadena y a los consumidores de que el sistema de troceo era superado al esquema actual, sin embargo provocaron una división que parece ser irreconciliable entre quienes abastecen el mercado interno y quienes tienen participación en ambos mercados.

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Desde el Sindicato de la Carne habían avalado la medida anunciada por el Gobierno.

La medida tiene algunas variables que deben ser mencionadas: por un lado se trata de dejar atrás el esfuerzo que hacen los trabajadores al cargar la media res, sin embargo los exportadores aprovecharon la oportunidad para a partir de esa situación, pedir que sea obligatorio que la carne se venda en trozos, lo que conlleva un incremento de costos en la cadena comercial que tarde o temprano, llegará también a las góndolas.

Por ahora no hay una resolución oficial, aunque queda claro que nada podría comenzar con la férrea negativa del sector que faena, produce, distribuye y abastece de carne a las miles de bocas de expendio que hay en la Argentina.

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