“Esperábamos ésto”, añadió en referencia a la decisión de estos acreedores de rechazar la propuesta del Gobierno argentino formulada el 6 de julio pasado.
Fernández explicó que “lo único que pasó es que se formalizó la posición de un grupo de bonistas” y que a partir de esto “vamos a seguir hablando y negociando sabiendo que Argentina ha hecho un enorme esfuerzo ya con la oferta que ha hecho, es muy difícil hacer una oferta mejor”.
Consideró que si el Gobierno mejora lo que propuso a comienzos de julio “empieza a poner en riesgo el mañana”.
Y la verdad es que lo que yo busco es que Argentina resuelva un problema de tal modo que no tengamos que discutir más con los acreedores, que los acreedores cada vez que hay que cobrarles a Argentina, simplemente cobren
“Es imposible que nos podamos mover de esta oferta que hicimos porque es un esfuerzo muy grande, eso también lo tienen que saber todos, es un esfuerzo que nos pone al límite, no queremos que hagamos una oferta que ponga en riesgo a los sectores más vulnerables”, subrayó el jefe del Estado.
Apuntó a que el país “necesita sacar de la pobreza a un número muy importante de argentinos y no lo puede seguir exigiendo a esos argentinos más esfuerzos, la deuda debe ser sostenible, la podemos pagar en el tiempo y no a costa de sectores vulnerables”.
Esta tarde, tres grandes grupos de acreedores anunciaron que presentaron una nueva contraoferta para restructurar la deuda emitida bajo legislación extranjera por alrededor de US$66.000, al tiempo que explicitaron su rechazo a la última propuesta del Gobierno argentino.
La decisión fue transmitida por el Grupo Ad Hoc de Accionistas de Bonos Argentinos, el Comité de Acreedores de Argentina y el Grupo de Accionistas de Bonos de Intercambio.