El complejo legumbres, conformado por varias de las más importantes economías regionales de nuestro país, exportó en el año 2019 más de 460 millones de dólares a 90 destinos del mundo, lo que toda acción público-privada que contribuya a la transparencia y mejor análisis de sus ventajas comparativas y competitivas son bienvenidas por el sector, por lo que celebramos la atención que nos han prestado los diferentes referentes del estado en este trabajo mancomunado, lo que redundará en una mayor eficiencia comercial sectorial, con el consecuente incremento de ingresos de divisas al país.
En el caso de la arveja, hasta hoy existía una única posición arancelaria que no permitía diferenciar a las dos variedades: la arveja verde y la arveja amarilla. Ambos tipos tienen, en el comercio mundial, mercados sumamente diferenciados: el principal mercado de la arveja verde es la industria del enlatado, mientras que la variedad amarilla se destina al mercado de ingredientes alimenticios, consumo forrajero y mercados de menor poder adquisitivo. Esto permitirá la diferenciación de los precios FOB de referencia de cada una de ellas, evitando distorsiones por diferenciales de precios entre ambos mercados, dado que los precios índices respondían a las operaciones del tipo verdes, cuyo valor al ser mayor, imponía un arancel adicional a la Arveja amarilla, evitando en muchos casos la concreción de operaciones de exportación.
Pare nuestro sector es muy importante este objetivo alcanzado, sobre todo si se considera la reciente apertura del mercado chino que promete vislumbrar grandes posibilidades de negocios a futuro para esta variedad de legumbres.
El segundo gran resultado es que a partir de hoy, se podrá diferenciar los diferentes calibres de garbanzos que Argentina exporta, lo que, en definitiva significa distinguir sus tamaños y sus calidades permitiendo el correcto análisis segmentado.
Sobre esta especie hemos exportado en 2019, más de 106.000 toneladas, por valores superiores a los 50 millones de dólares. Los destinos alcanzados por el mismo han sido más de 55 diferentes países.
También es este caso, la segmentación por tamaño nos permitirá conocer las coincidencias de usos y destinos, ya que los garbanzos partidos o menores a 7 mm son usualmente destinados a molienda, es decir, a la producción de harinas, los de 7 mm se destinan fundamentalmente a la producción de hummus, el de 8 mm para los paquetes y los de 9 mm para “roasting” o paquetes.
Estos usos tan diferenciados, justifican su exportación a distintos mercados y a diferentes precios, que de no haberla, significa muchas veces la imposibilidad de exportarlos, y su comercialización en el mercado interno es compleja por falta de demanda y valores muy inferiores a los obtenibles en el mercado mundial.
En conclusión, la importancia de poder distinguir a partir de ahora, las categorías de arvejas y garbanzos, es contribuir a reflejar y transparentar la realidad de nuestras exportaciones, correctamente segmentadas según variedad, calidad y precios, lo que permitirá mejorar la eficiencia comercial y su correspondiente aporte al ingreso de divisas de la Nación.